[Todos] La Universidad sin virtud; el caso YMAD
Hernan G Solari
solari en df.uba.ar
Vie Jun 3 21:05:45 ART 2011
La virtud moral es el "hábito de obrar bien, independientemente de los
preceptos de la ley, por la sola bondad de la operación y conformidad
con la razón natural".
Lo que nos plantean los gremios de docentes y alumnos (entre otros) no
es otra cosa que nuestro deber de ser virtuosos. ¿Cómo compartir las
ganancias de una explotación minera escandalosa por donde se la mire,
sin que nuestra conducta no sea igualmente escandalosa? Imposible claro,
compartir las ganancias nos convierte a nosotros mismos en explotadores
del yacimiento. En resguardo de la virtud que debe reinar en el ethos
universitario no cabe otra cosa que rechazar esa caridad-legalizada que
como toda caridad no tiene más objeto que legitimar al explotador ante
la sociedad.
El deber de ser virtuosos se deriva por un lado de nuestra calidad de
educadores, es decir de auxiliares en la (auto)formación de seres
humanos y por el otro como contraparte de los privilegios recibidos de
la naturaleza (nuestra inteligencia) y de la sociedad (nuestra educación).
Desde este punto de vista universitario resulta disparatado (aunque
esperado) que se pretenda legitimar moralmente el acto por su legalidad.
La virtud está muy por encima de lo legal, es independiente de lo legal
tal lo que define la Real academia.
El concepto de virtud parece quedar demasiado lejos.
No es el único concepto en problemas. La INTEGRIDAD de la persona exige
que sus opiniones sean las mismas con independencia del ámbito, lo que
dije en privado lo puedo decir en público ante cualquier interlocutor,
porque lo que digo surge de la razón y no precisa la complicidad del
interlocutor. Lo defenderé mientras pareciere razonable y concederé
cuando se evidencie su falta de razón, sin que por ello haya mengua
alguna de mi honra. La necedad constituye delito académico, el
equivocarse no. Esa es la norma.
Está claro que los mismos intereses que quieren volvernos meros
"proveedores de recursos humanos especializados" (ya no educadores), que
buscan imponer (y hasta cierto punto lo logran) sus conceptos
empresariales tales como el "manejo de los recursos humanos por el
sistema de competencia" precisan también que en el proceso de
subordinación de la Universidad al capital adoptemos su moral resumida
en la frase: business are business, que bien traducida dice, no hay
lugar para la ética en los negocios.
Concluyo entonces con mi convicción de que si la Universidad no ha de
renegar de su obligación de educar en la razón y la virtud, no puede
otra cosa que rechazar los fondos de YMAD.
Saludos cordiales
Hernan
--
Hernan G. Solari (solari en df.uba.ar http://www.df.uba.ar/~solari)
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