[Todos] [Todos QI] Re: [Alumnos] La historia segun Ojea
Roberto Etchenique
rober en qi.fcen.uba.ar
Mie Mayo 18 11:45:21 ART 2011
Sea un poco mas escueto, Ojea.
Solo 3 cositas:
1) Yo antes de recibirme de licenciado y de doctor trabajé 6 años, tanto
en negro como en blanco,
y fuí becario doctoral 4 años. Conozco perfectamente la diferencia entre
estudiar siendo becario y estudiar teniendo que trabajar en un empleo,
y se muy bien cual de las cosas es mejor.
2) La tarea que hacian mis compañeros que estudiaban el doctorado sin
beca, era
en principio identica a la mia, y tenian exactamente las mismas
motivaciones. No eran "bomberos voluntarios",
sino estudiantes que querian llegar a ser doctor.
La úmica diferencia es que yo cobraba una beca por ello y ellos no, por
lo tanto tenían que trabajar.
Si yo, como becario, era explotado por el Estado trabajando en negro
(sería "aprovechamiento
por parte del que explota el trabajo en negro de situaciones de
necesidad"), la situacion de
mis compañeros era de reduccion a la servidumbre (coloquialmente
"esclavitud"), ya que la
necesidad mia y de ellos era exactamente la misma: poder estudiar el
doctorado.
3) Ellos y yo estabamos produciendo conocimiento cientifico original.
Ese es el requisito
(como dijeron ya varios) para poder acceder al titulo de doctor:
defender la tesis.
Requisito que ponen la universidades para aprobar el doctorado, con o
sin beca.
Pero la beca de CONICET, se cobra antes que eso. Si uno así lo decide,
no se doctora nunca.
Y, nuevamente, si quiere, no publica nada, (y luego tampoco defiende la
tesis).
No será doctor, lo cual es un problema para si mismo, para su CV, pero
la beca la pudo usar igual
y nadie le obliga a devolver nada. La entidad otorgante, por supuesto,
no le dará otras becas o beneficios.
No conozco un "empleo", (por mas que sea un contrato de 3 o 5 años), en
el que el empleado
está habilitado a cobrar durante años y donde si lo desea puede no
entregar ninguna produccion a cambio.
Esa es otra de las ventajas de las becas de estudio.
rober
iojea en dm.uba.ar wrote:
> No Doctor Etchenique, no es “La historia según Ojea”, se trata simplemente
> de historia.
> Ha hecho usted referencias a datos históricos o a situaciones históricas
> que son indisimulables pifias. No sé a qué se deben, y no tengo por qué
> ponerme a dilucidar si son reales u oportunistas, simplemente están ahí.
> ¿Cómo reaccionar?, ¿Ignorarlas?, ¿Qué debo hacer cuando sostiene que “la
> esclavitud (trabajar a cambio de nada) esta prohibida desde 1813”?, lo que
> podría quedar allí, pero monta sobre esta barbaridad doble un retorcido
> simulacro de argumentación, con el aparente ánimo de tomarme el pelo
> mientras perpetra dos errores en una frase de apenas once palabras (conté
> “1813” como palabra). Uno histórico, del que hablaré primero, y otro de
> concepto que expondré luego.
> Que la Asamblea del año 13, no “prohibió” la esclavitud sino sólo sancionó
> la “libertad de vientres”, lo vimos en la primaria, debería ser casi un
> reflejo condicionado la reacción ante el juego de palabras: Asamblea del
> año 13 + esclavitud = libertad de vientres. Y ni los revisionistas se
> meten a reverlo, tal vez porque sólo fue luego de la caída de Rosas, con
> la sanción de la Constitución de 1853 que quedó formalmente “prohibida” la
> esclavitud. Estableciendo textualmente en su artículo 15 lo siguiente:
>
> “Art.15. En la Nación Argentina no hay esclavos: los pocos que hoy existen
> quedan libres desde la jura de esta Constitución; y una ley especial
> reglará las indemnizaciones a que dé lugar esta declaración. Todo contrato
> de compra y venta de personas es un crimen de que serán responsables los
> que lo celebrasen, y el escribano o funcionario que lo autorice. Y los
> esclavos que de cualquier modo se introduzcan quedan libres por el solo
> hecho de pisar el territorio de la República.”
>
> A pesar de esta prohibición taxativa, y de constituir delito, siempre hay
> quien obtenga beneficios eludiendo o aún violando las leyes. Para no
> llegar a situaciones muy dramáticas, como la trata de personas, delito muy
> antiguo, y al mismo tiempo de absoluta actualidad; el trabajo en negro es
> un buen ejemplo. En este terreno siempre hay aprovechamiento por parte del
> que explota el trabajo en negro de situaciones de necesidad. En los
> últimos tiempos, sin ir más lejos, ha habido un amplio despliegue de notas
> periodísticas y declaraciones de funcionarios y políticos hablando de
> “trabajo esclavo” y de “reducción a la servidumbre”. Sucede que nos
> hallamos muchas veces ante situaciones que EVOCAN las viejas prácticas
> esclavistas (de cuando la esclavitud era un modo de producción), o la
> antigua servidumbre feudal. No creo que haya nadie en nuestro país, que,
> dada esta reciente sobreactuación declamatoria a la que hemos estado
> expuestos, pueda alegar hoy de buena fe que no sabe de qué se habla cuando
> se emplea la palabra “esclavo”, y que pueda pretender que tal vez se hable
> de la “esclavitud” que fue “prohibida” en 1813.
> Es esto, sin embargo, lo que hace usted, Doctor Etchenique: retorciendo y
> retorciendo sobre lo retorcido, monta una comedia dramática (o drama
> cómico) en la que pretende mofarse se sus interlocutores. Su
> procedimiento, lejos de ser una brillante astucia, resulta una torpeza
> insultante: la de tomar a sus lectores por estúpidos de manera muy poco
> sutil.
> Permítame enumerar, a modo de “receta” imaginaria, los pasos para montar
> una comedia
> como la que usted montó (llamémosla así) respetando el espíritu de la
> misma y siguiendo sus propias palabras.
>
> Receta para una comedia:
> 1) Tómese la palabra “esclavo” en sentido casi literal, como el aludido en
> la frase “la esclavitud (trabajar a cambio de nada) esta prohibida desde
> 1813.”
>
> 2) Ignórese que “trabajar a cambio de nada”, así solito, NO ES la
> esclavitud (segundo grosero error en la frase de once palabras) “prohibida
> desde 1813” (error histórico ya tratado). Ignórese el elemento de
> SOMETIMIENTO que conlleva la esclavitud clásica, la “prohibida en 1813”,
> ignórense también los condicionamientos al sujeto que legitiman el uso de
> la expresión “esclavitud” o “servidumbre” para formas modernas de
> explotación o módico “ventajeo” del prójimo. Ignórese finalmente, que las
> expresiones “esclavitud” y “servidumbre” son de amplísimo uso actual y que
> son pertinentes precisamente cuando existen condiciones que EVOCAN las de
> las economías esclavistas o serviles.
>
> 3) Mófese de los lectores sugiriendo que son sus interlocutores quienes
> pretenden que CUALQUIER TRABAJO que se realiza SIN remuneración ES TRABAJO
> ESCLAVO. (Es decir: atribúyasele a otros la barbaridad conceptual de 1) ).
> Ignorar toda forma de trabajo solidario, toda forma de voluntariado, todo
> lo que huela a trabajar por amor al arte, será una omisión imputable a
> esos materialistas que pretenden que las becas que se otorgan con soberana
> magnanimidad, sean consideradas como remuneración por un trabajo, cuando
> en verdad lo que sucede es que los dejamos estudiar.
>
> 4) Luego sosténgase que los que “hacen el doctorado SIN BECA ALGUNA,
> solventandose con su trabajo (o su fortuna), sin percibir un centavo del
> Estado o la Universidad” son “miles”: Sutil acción psicológica para poner
> a los becarios en situación de minoría –siempre es bueno que el oponente
> sea minúsculo, carente de representación, y si es posible reducirlo a una
> camarilla de “dirigentes”, mejor–. Así, además los propios becarios se
> sentirán en minoría, y por añadidura, como zánganos, porque no trabajan
> –ya que les negamos que lo que hacen tenga nada que ver con el trabajo–, y
> para colmo, pobretones sin fortuna: la moral les tendría que quedar bien
> por el piso.
>
> 5) Infiérase que estos “miles” de ciudadanos que se doctoran “sin percibir
> un centavo del Estado o la Universidad”, serían, ellos sí, “directamente
> ESCLAVOS”. Esto, queda claro, por imperio de 1), convenientemente
> apuntalado por 2) y 3).
>
> 6) Sosténgase que: “Este es el tipo de absurdos a los que se llega con los
> silogismos de Ojea.”, es decir échesele la culpa a otro, como hacen los
> avezados negadores con sus subproductos de mal olor.
>
> 7) Dedúzcase con apariencia lógica que: “Si se aceptan, a las becas hay
> que transformarlas en empleos publicos en blanco y a la vez prohibir que
> se pueda cursar la carrera de doctorado sin beca, ya que “la esclavitud
> (trabajar a cambio de nada) esta prohibida desde 1813”.
>
> 8) Desarróllese un final didáctico donde se explique por si solo que las
> ideas locas conducen a situaciones conflictivas y sobre todo perjudiciales
> para los mismos que las promueven, cuidándose de proferir odiosas
> amenazas. Que imaginen por sí solos qué sucedería si “los miles” que se
> doctoran “SIN BECA ALGUNA, solventándose con su trabajo (o su fortuna),
> sin percibir un centavo del Estado o la Universidad” se viesen obligados a
> pedir ellos también una beca (todos saben que el Tesorero es duro para
> soltar un níquel y caerán solitos en la cuenta de que lo que hay es lo que
> habrá, y a repartir de ahí…).
> Será importante repetir como una letanía “el doctorando es un estudiante”,
> “el doctorando es un estudiante”, y si se consigue que el doctorando
> cuestionador, a la par de repetir, efectúe genuflexiones rítmicas que
> acompañen la letanía, mejor. Nunca cometer el error de referirse al
> doctorando como becario obligado a realizar una tarea, además de estudiar,
> para mantener la beca, este desliz podría romper el estado de trance
> inducido.
>
> 9) No desestimar el poder de la esperanza, NUNCA. Pero que se entienda que
> antes de que haya esperanza hay que aceptar: “La otra posibilidad es
> aceptar lo obvio, que el llamado "estudiante de doctorado", que recibe su
> titulo en la misma ceremonia y jurando por las mismas formulas que los
> estudiantes de grado, de maestria y de carreras de especializacion, es un
> ESTUDIANTE.” Allí está la salvación, la puerta a la esperanza. Asimismo,
> como existe el Reino de los Cielos “El "aprendiz de investigador" existe y
> se llama INVESTIGADOR ASISTENTE” (sic), que no es, como su nombre lo
> indica un INVESTIGADOR ASISTENTE sino un “aprendiz de investigador”, con
> lo cual tenemos ya un primer misterio para esta nueva Fe.
>
> Fin de esta comedia.
>
> Esbozo para otra comedia.
>
> Su último mail concluye así:
> “En el primer mail de Ojea, el "aprendiz de herrero", si no percibe un
> salario, será considerado un trabajador en negro (y si no lo percibe un
> esclavo).
> El el segundo mail de Ojea, "Lo del “aprendiz de herrero” evoca las
> prácticas de los gremios medievales"
> Tal vez pronto nos enteraremos que en el medioevo habia siervos de la
> gleba en negro... y en blanco !
> Lo que es el nuevo revisionismo historico ! Y si, no es lo mio ...”
>
> Aclaro que las citas están MAL hechas, no sólo recortadas, pero no me
> detendré en eso.
>
> Respondo:
> Corrección histórica:
> Los miembros de los gremios medievales no pertenecían a la gleba, es
> decir: no eran “siervos de la gleba”, estaban libres de esa servidumbre.
> Como yo nunca hablé de “siervos”, para nada, es usted el que erróneamente
> los introduce y asimila. Se trata de historia, Etchenique, solo de
> historia a secas.
> Me dice usted, en un tono que intuyo sarcástico acerca de ese “nuevo
> revisionismo historico” que sugiere que yo practico, “Y si, no es lo mio
> ...”.
> Quédese tranquilo Etchenique: que le sea ajeno “el nuevo revisionismo
> histórico” no es ningún déficit, pero es aconsejable tomarse un poco más
> en serio la historia a secas.
>
> Contextualizando:
> El párrafo que usted amputa decía lo siguiente:
> “Lo del “aprendiz de herrero” evoca las prácticas de los gremios
> medievales, donde el “aprendizaje” duraba años sin paga alguna, más que
> techo y comida. Era la vieja esclavitud compulsiva reciclada con métodos
> más sutiles (el régimen esclavista, como señala Blaustein no existe como
> ordenamiento económico desde hace mucho tiempo). El maestro artesano le
> hacía el “favor” al vulgar bruto de instruirlo en su arte (oficio),
> destinándolo durante años a las tareas mas pesadas. La vieja esclavitud,
> Doctor Etchenique, dicen que no existe más, lo que no quita que persistan
> los sutiles recicladores, que digan por ejemplo que los trabajadores no
> pueden quejarse de sus condiciones de empleo porque “eligieron” su trabajo
> a sabiendas de las condiciones. (Sí sí: este es uno de los argumentos que
> usted mismo sostuvo en esta discusión. Casualmente, mi respuesta a este
> punto es parte de lo que usted consideró “menor”, indigno de respuesta).”
> En otra parte sostuvo usted que las becas no son obligatorias, lo que es
> una clara invitación al tómalo (como viene) o déjalo: lo mismo, dicho de
> otro modo.
>
> Son sus concepciones, las que me inducen a pensar mis respuestas teniendo
> en cuenta el pensamiento conservador y reaccionario en perspectiva
> histórica.
> Cuando usted insiste mas allá de lo obvio en que un doctorando es un
> “ESTUDIANTE” con estridentes mayúsculas, como única respuesta al hecho de
> que el doctorando, en el contexto de una beca doctoral realiza además una
> tarea, remunerable en cualquier otra circunstancia, y a cualquier otro que
> no fuese un doctorando, anteponiendo a toda otra consideración el hecho
> innegable de que es un “ESTUDIANTE”, sin reconocer que no es SÓLO un
> estudiante, se puede advertir fácilmente que no inventó nada: ya en la
> edad media los “aprendices” eran considerados por las corporaciones de los
> gremios, en tanto patrones que eran, como meros sujetos de entrenamiento a
> quienes se permitía acceder a los saberes arcanos propios del gremio, que
> eran secretos celosamente custodiados, cuando en verdad fueron también y
> en grado superlativo la fuerza de trabajo en los talleres donde laboraron.
> Tan vieja concepción, puesta en cabeza de aquellos señores de los gremios,
> respondía a sus intereses económicos muy personales, por lo cual es
> absolutamente natural que la misma contribuyese a constituir su ideología.
> En relación a las becas de doctorado, hoy usted se empeña en no reconocer
> que la misma normativa vigente estipula como uno de los requisitos para
> acceder al doctorado desarrollar una investigación original, personal y
> tutelada, y subsecuentemente, que si se otorga beca, es para que dicha
> labor pueda ser desarrollada excluyendo la posibilidad de desempeñar otra
> labor remunerada. Y utiliza este no reconocimiento, esta reticencia
> puramente antojadiza, para negar la posibilidad de que los becarios de
> doctorado puedan ser considerados trabajadores de pleno derecho, sujeto
> esto a la temporalidad de la beca, pudiendo así estar incluidos en el
> mundo del trabajo (ya que efectivamente trabajan y estudian) y a partir de
> esta inclusión poder contar con cobertura social, aportes previsionales y
> cómputo de antigüedad, posibilidad de certificar ingresos tanto para
> acceder a créditos como para poder alquilar vivienda, etc. Tal postura
> resulta más retrógrada que la de aquel extinguido personaje corporativo,
> que, por cierto, se hallaba históricamente justificado.
> Si ésto se le antoja “revisionista”, le aconsejo que revise su concepto de
> “revisionista”.
>
> Ignacio Ojea
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