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A la comunidad de Exactas
Asunto: Episodio de manía

La palabra proyeccion la uso Freud como un mecanismo de defensa que usamos
cuando proyectamos en otro nuestros propios vicios. Ya se ve en la niñez
cuando le gritamos al otro chico LA CULPA ES TUYA. La comision directiva
dio un mayusculo ejemplo de proyeccion cuando dedico la resolucion 2188
para acusarme de insultar a otros.

El origen de la presente farsa fue mi retransmision el 27/5 de una
denuncia del investigador del Conicet Eduardo Saguier de 250
investigadores que se habian autosubsidiados. Sin darme la oportunidad de
ir mas lejos que criticar el sistema de administracion del ANPCYT
empezaron a llover sobre mi los siguientes insultos:

1) Nazi (Scolnik)
2) Antisemita (Etchenique)
3) Ladron ( Frias y Etchenique)
4) Puto (anonimo)
5) Fascista y misogino (Mendive y Diuk)
6) Serie venenosa (Wasser alias Scolnik)
7) Enfermo (Aliaga)

Me voy a referir a uno de estos insultos por su concentracion de odio y
por la jerarquia de su fuente. Me refiero a que me haya llamado enfermo el
decano Aliaga.

Pero antes de pasar a ello permitame expresarle que para mi esta violenta
serie de improperios es la evidencia mas fuerte que tengo que la
administracion de subsidios es fraudulenta. No quiero decir con esto que
las 250 personas sean culpables de robar el dinero pero que hay ladrones
los hay. Quiero decir que hay personas que con el pretexto de hacer
“investigacion” se guardan en el bolsillo parte del dinero o sin quedarse
con la plata piden subsidios para inflar su importancia o su CV. Lamento
que muchas personas, la mayoria, hayan pedido subsidios justificadamente y
se sientan aludidas por esta acusacion.

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El decano Aliaga en una carta dirigida a Doctorovich se refiere a mi
indirectamente como una persona enferma. Por el contexto esta claro que
esta diciendo de mi que soy un “enfermo mental”. Me he enterado de esto a
traves del consejero Julian B. Bonder que me ha estado difamando en el
foro de Exactas.

En 1974 estaba yo terminando mi tesis de doctorado en el dpto de
matematica del Case Western Reserve U. con la direccion del Dr. Lajos
Takacs. Servia para mi mantenimiento una Teaching Assistanship. Mientras
enseñaba un curso de estadistica hice una mencion peyorativa al progreso
tecnologico. De alguna manera, no recuerdo el detalle, hable de la TV, las
computadoras y la bomba atomica. Un alumno se fue a quejar al chairman del
departamento A.J. Lohwater quien decidio sacarme la Assistanship para el
siguiente semester. Esto me privo del dinero para comer. Recuerdo que
cuando termine mi disertacion le dije a Takacs que habia entrado en
“trance”. Takacs le pidio a mis compañeros de estudio que me ayudaran y
estos me llevaron al aeropuerto con destino a Buenos Aires. Un agente del
Departamento de Estado me acompaño a la Argentina y jugamos al ajedrez en
el viaje.

Poco despues, en 1976, usurpo el gobierno la Junta Militar. Un comando de
hijos de puta llego en las sombras de la noche a la casa de mi hermana y
la obligaron a punta de pistola a que los llevara a la casa de su hijo de
donde lo secuestraron junto con su esposa. Mi sobrino estudiaba abogacia y
su accion “subversiva” consistia en asistir juridicamente a villeros.
Willy era un pendejo pelotudo que queria ayudar a la gente para mejorar el
mundo. Asi que lo desaparecieron con su mujer. Yo armé un quilombo en esta
misma facultad desde este mismo dpto de matematica denunciando a los
militares hijos de puta. Apuesto que a Ud no le cuesta ningun trabajo
imaginarme en ese papel. El director Trejo asustado se comunico con du
Pont de Nemours donde trabajaba yo como matemático. El jefe de ingenieria
industrial le recomendo a mi esposa que me internaran en un
neuropsiquiatrico, that is, un manicomio. Gracias a esta maniobra no me
asesinaron como a mi sobrino.

Durante varios años le pagué a un psiquiatra para que me atendiera. Según
el facultativo yo sufro de bipolaridad y el episodio en USA y en la
facultad habian sido dos episodios de manía. Se concluye que mi sospecha
de que se roban subsidios debe ser producto de otro episodio de manía.

Fabio Vicentini