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Estimados colegas y estudiantes:<br>
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Este mensaje es para invitarlos al<font size=4><b> Septimo Seminario del
DBBE (segundo cuatrimestre 2013) <br><br>
</font><font size=5>Invitado: </font><font size=5 color="#008000">Lic.
Fabián Gabelli<br>
</b></font>Fabian M. Gabelli es Licenciado en Ciencias Biológicas;
(FCEyN; U.B.A.). Profesor Adjunto Regular, Cátedra de Biología del
Comportamiento, Facultad de Psicología, UBA. Investigador UBACyT
(FCEyN)<br>
<b>Área de especialidad: </b>Comportamiento Animal, Aprendizaje,
Evolución del Comportamiento. Desarrollo de área interdisciplinaria en
Comportamiento Animal e Industria cinematográfica. <br><br>
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<font size=5><b>Título de la charla:
</font><font size=5 color="#800000">"El egoísmo natural humano y la
evolución de la violencia"<br><br>
</font><font size=5>Horario y Lugar:
</font><font size=5 color="#FF0000">Viernes 18-10 de 12 a 13 hs
(puntual). Aula Burkart<br><br>
</font><font size=5>RESUMEN<br>
</b></font>La teoría oficial a través de enfoques sociológicos y
psicológicos convencionales entiende a la Violencia en Humanos como un
comportamiento aprendido, negando la naturaleza humana como factor clave
en la expresión del rasgo. Si bien existen teorías alternativas que
reconocen componentes biológicos en la persona violenta, no están menos
equivocadas que aquella, ya que consideran a la violencia como una
enfermedad más que como un estado natural de los humanos.<br><br>
Si asumimos que el ser humano es manso por naturaleza y que la violencia
surge por efectos de la cultura o un estado alterado de la conducta
normal, estaremos negando millones de años de evolución de nuestra
especie y recurriendo a dos de las doctrinas que más han dificultado el
entendimiento del comportamiento humano, <b><i>la tabula rasa</i></b> y
<b><i>el buen salvaje</i></b>. Estas explican al comportamiento humano
como el producto exclusivo del medio ambiente (cultura) y asumen que
nuestro estado natural es el de la bondad y la comprensión. La evidencia
nos demuestra que muchas personas sanas y equilibradas fueron, son y
serán capaces de lesionar a los demás sirviendo a sus intereses
personales. Los conflictos de interés son inherentes a nuestra especie y
la violencia fue a lo largo de la evolución una de las formas posibles de
solución de los mismos, por lo cual dichos comportamientos fueron
seleccionados en nuestros ancestros y heredados por las siguientes
generaciones. Así, la mente humana ha de poseer mecanismos emocionales y
motivacionales que evolucionaron para resolver problemas adaptativos
específicos relacionados con la agresión, y con evitar situaciones
peligrosas así como otros contextos típicos de la violencia. Estos
mecanismos evolucionaron a lo largo de millones de años de historia de
nuestra especie, y hacen a la naturaleza misma del ser humano, están
presentes en todos los grupos humanos, mostrándose en forma diversa según
los sujetos, sexos, edades y contextos sociales.<br><br>
Esto no implica la justificación biológica de la violencia, si bien la
teoría oficial tiene un atractivo moral y políticamente correcto, al cual
adherimos todos, al considerar a la violencia como un aberración del
comportamiento humano solo logra distrae nuestra atención del correcto
entendimiento de aquellos comportamiento asociados a la misma. No es lo
mismo preguntarnos ¿cómo aprende un niño a ser agresivo? que
cuestionarnos sobre ¿cómo aprende un niño a no ser agresivo? La primera
pregunta asume la bondad cono condición de partida y condiciona la
violencia al tipo de juegos, programas de TV, alimentación, educación, o
entorno familiar, entre otras causas. La segunda, no descree de los
efectos de dichos aspectos medioambientales, pero considera al niño como
un ser que posee comportamientos violentos naturales y la tarea estará
centrada en entender que factores evocan a dichos comportamientos y como
evitarlos, sin estigmatizar al poseedor de los mismos como un <i>enfermo,
loco </i>o<i> psicópata</i>, términos que solo generan confusión al
momento de entender las causas de la violencia y su posible solución.
Comprender la evolución de la naturaleza humana y la herencia de rasgos
comportamentales complejos asociados a la violencia, constituye un paso
esencial para comenzar a entender y resolver los problemas de la
violencia en nuestra especie <br><br>
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<font color="#FF0000"><b>Comisión Organizadora de Seminarios del BBE<br>
</b></font>Karina Alleva (Lab de Fisiología Vegetal)<br>
Matías Pandolfi (Lab de Neuroendocrinología y Comportamiento)<br>
Leonel Morandini (Lab de Neuroendocrinología y Comportamiento)<br>
Leopoldo Iannone (Lab de Micología, Fitopatología y Liquenología)<br>
Gabriel Manrique (Lab de Fisiología de Insectos) <br><br>
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