<div dir="ltr"><div class="gmail_default" style="font-family:trebuchet ms,sans-serif;font-size:small;color:rgb(51,51,51)"><div class="gmail_default" style="font-family:trebuchet ms,sans-serif;font-size:small;color:rgb(51,51,51)">
Muy
bueno lo de desmistificar "la violencia" en el ser humano como algo
simplemente "cultural" o incluso, como expresión de una "enfermedad". Es
saludable la intención porque ayuda a revertir eso que la sociobiología
viene haciendo desde hace años y que no es más que reproducir y
sostener la ideología de la clase social dominante, que, por ejemplo, habla de "violencia" cuando la Justicia está en manos del pueblo. Es realmente auspicioso que
surga este aporte desde la Biología. Sin embargo hay algo que no cierra
porque se cuenta sólo "una parte" del asunto. Resulta facil ver que si
existe algo "natural" en el hombre en términos estrictamente biológicos
(como el instinto y las conductas que se desarrollan a partir de él),
así como existiría el "egoísmo natural humano", lo haría también y en
igual medida algo así como "el altruísmo natural humano" y entonces lo
que habría que pensar es por qué en el mundo actual sólo algunas
mayorías (el pueblo pobre, los trabajadores ocupados, los trabajadores
desocupados) desarrollan este "instinto altruísta", llegando incluso a
dar sus vidas en muchos momentos en pos de esta tendencia, mientas que
una pequeña minoría (los empresarios, los políticos burgueses)
desarrollan exclusivamente la primera. Es por eso más que nada que, si
bien el comienzo del resumen es auspicioso, se cuela hacia el final
(especialmente la última oración) lo que es, quizá,
el "espíritu" de estos tiempos que no ven a su alrededor levantamientos
obreros y populares triunfantes, que no ven revoluciones que expropien a
los expropiadores, y entonces surge este "sentir" que lleva a pensar
que la solución a la "violencia" (que incluye la que sufre el pueblo pobre y obrero)
estaría en comprender los "instintos biológicos" del ser humano. Hay algo entonces que debe decirse necesariamente: si se pretende "entender
y resolver los problemas de la
violencia en nuestra especie" vamos a tener que discutir la estructura
del Estado burgués, esa banda de hombres armados al servicio del
capital, y vamos a tener que discutir las razones materiales por las
cuales hay una inmensa mayoría de la humanidad que tiene la
potencialidad de levantarse con una fuerza histórica y bellísima, y, con
la violencia que amerita responder a la violencia primera, se organiza,
se rebela, se arma, y recupera lo que le pertenece. La Biología podrá
describir (nunca "explicar") los mecanismos biológicos mediante los
cuales los ejércitos de trabajadores se harán de la fuerza moral
necesaria para vencer y podrá entonces describir a la perfección la
manera como el timo, la tiroides y demás glándulas secretan sus
productos hormonales, cómo se acumulan en el torrente sanguíneo y desencadenan la respuesta, y entonces podrán describir casi por igual la "violencia" que usan las fuerzas represivas
del Estado y la que usa el pueblo pobre y obrero. Pero sólo cuando se estudie y se discuta el surgimiento histórico de la "violencia" se comprenderá
que, salvo en los mecanismos, los medios biológicos mediante los cuales
se expresa, ambas violencias son incomparables: una obedece a la
continuidad del orden de opresión y explotación del hombre por el
hombre, a la extensión de la prehistoria de la humanidad y muy
probablemente a la destrucción del género humano. La otra en cambio nace
en ese instinto que sabe a todo lo que existe como una sola cosa, que
renuncia -o se rebela- a la vida impuesta hoy y lucha por una vida real.
A la primera violencia la vemos todos los días porque además toma
formas solapadas y se descarga incluso silenciosamente
sobre las mujeres, sobre las -mal llamadas- minorías sexuales, sobre los
inmigrantes, pero además se expresa con fuerza en las represiones
directas de las cuales las dictaduras latinoamericanas son ejemplos más que convincentes. El otro tipo de violencia en cambio, si
bien no se ve todos los días, sí viene danzando desde hace tiempo y
viene dando lugar a cientos de levantamientos populares y obreros: otros
hombres antes que nosotros escucharon ya su música en París y su
Comuna, en la Revolución Rusa, en la Revolución Española, en Patagonias
rebeldes, en minas bolivianas y británicas, en coordinadoras
interfabriles chilenas, y más recientemente en Tharires y Atenas de
fuego y justicia. Esa música tiene la potencialidad de envolver el
planeta y construir un mundo distinto, mejor para todos. Por eso es que
es muy necesario que podamos, además de describir el mecanismo -que es
biológico- mediante el cual se expresa la violencia, discutir sus razones
históricas, culturales, de clase. Así cuando la veamos podemos
distinguir de qué "violencia" se trata. Y entonces sí, "resolver" algo.<br><br></div><div class="gmail_default" style="font-family:trebuchet ms,sans-serif;font-size:small;color:rgb(51,51,51)">Saludos,<br>
</div>Valeria<br><br></div><div class="gmail_default" style="font-family:trebuchet ms,sans-serif;font-size:small;color:rgb(51,51,51)">PD: hay varios estudios que muestran la relación entre los colores y las sensaciones humanas y parece ser que los colores celestes generan ciertos estados emocionales y los rosas otros. Y la industria, no casualmente, produce muñecas, jueguitos de maquillaje y demás pavadas de color rosa, y los juegos de ingenio de colores celestes (o parecidos, pero nunca rosas). Parece además que las mujeres tenemos cierta "tendencia" a que elegir colores rosas antes que celestes y viceversa para los hombres. Eso quiere decir que entonces las mujeres somos educadas para desarrollar tal estado emocional y los hombres son educados para desarrollar un estado emocional distinto, que además es más "violento". Se ve claramente que las preferencias por los colores no determinan en sí mismas el nivel de "violencia" que desarrolla cada uno, sino que es un simple hecho objetivo, seleccionado vaya a saberse por qué (habría que leer <a href="http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/20421475">los papers</a> en relación a esto) y la Biología lo que puede hacer es describir cómo es que ocurre esto y cómo es que se seleccionó esta conducta. Pero los niveles de "violencia" no son hechos objetivos sino construcciones, tendenciosas, orientadas para establecer, reforzar y continuar un cierto tipo de comportamiento en los humanos, en este caso en relación al sexo biológico. Digo, es evidente que hay necesidad alguna de que los juegos pasivos sean todos de color rosa y los juegos de habilidad mental sean todos no-rosas, salvo direccionar la preferencia de mujeres y hombres y sostener los estereotipos sobre los que se basa la familia moderna, que es una de las bases de la propiedad privada y del Estado burgués.<br>
</div></div><div class="gmail_extra"><br><br><div class="gmail_quote">El 16 de octubre de 2013 10:19, Matias Pandolfi <span dir="ltr"><<a href="mailto:pandolfi@bg.fcen.uba.ar" target="_blank">pandolfi@bg.fcen.uba.ar</a>></span> escribió:<br>
<blockquote class="gmail_quote" style="margin:0 0 0 .8ex;border-left:1px #ccc solid;padding-left:1ex">
<div>
Estimados colegas y estudiantes:<br>
<br>
Este mensaje es para invitarlos al<font size="4"><b> Septimo Seminario del
DBBE (segundo cuatrimestre 2013) <br><br>
</b></font><font size="5">Invitado: </font><font color="#008000" size="5">Lic.
Fabián Gabelli<br>
</font>Fabian M. Gabelli es Licenciado en Ciencias Biológicas;
(FCEyN; U.B.A.). Profesor Adjunto Regular, Cátedra de Biología del
Comportamiento, Facultad de Psicología, UBA. Investigador UBACyT
(FCEyN)<br>
<b>Área de especialidad: </b>Comportamiento Animal, Aprendizaje,
Evolución del Comportamiento. Desarrollo de área interdisciplinaria en
Comportamiento Animal e Industria cinematográfica. <br><br>
<br>
<font size="5"><b>Título de la charla:
</b></font><font color="#800000" size="5">"El egoísmo natural humano y la
evolución de la violencia"<br><br>
</font><font size="5">Horario y Lugar:
</font><font color="#FF0000" size="5">Viernes 18-10 de 12 a 13 hs
(puntual). Aula Burkart<br><br>
</font><font size="5">RESUMEN<br>
</font>La teoría oficial a través de enfoques sociológicos y
psicológicos convencionales entiende a la Violencia en Humanos como un
comportamiento aprendido, negando la naturaleza humana como factor clave
en la expresión del rasgo. Si bien existen teorías alternativas que
reconocen componentes biológicos en la persona violenta, no están menos
equivocadas que aquella, ya que consideran a la violencia como una
enfermedad más que como un estado natural de los humanos.<br><br>
Si asumimos que el ser humano es manso por naturaleza y que la violencia
surge por efectos de la cultura o un estado alterado de la conducta
normal, estaremos negando millones de años de evolución de nuestra
especie y recurriendo a dos de las doctrinas que más han dificultado el
entendimiento del comportamiento humano, <b><i>la tabula rasa</i></b> y
<b><i>el buen salvaje</i></b>. Estas explican al comportamiento humano
como el producto exclusivo del medio ambiente (cultura) y asumen que
nuestro estado natural es el de la bondad y la comprensión. La evidencia
nos demuestra que muchas personas sanas y equilibradas fueron, son y
serán capaces de lesionar a los demás sirviendo a sus intereses
personales. Los conflictos de interés son inherentes a nuestra especie y
la violencia fue a lo largo de la evolución una de las formas posibles de
solución de los mismos, por lo cual dichos comportamientos fueron
seleccionados en nuestros ancestros y heredados por las siguientes
generaciones. Así, la mente humana ha de poseer mecanismos emocionales y
motivacionales que evolucionaron para resolver problemas adaptativos
específicos relacionados con la agresión, y con evitar situaciones
peligrosas así como otros contextos típicos de la violencia. Estos
mecanismos evolucionaron a lo largo de millones de años de historia de
nuestra especie, y hacen a la naturaleza misma del ser humano, están
presentes en todos los grupos humanos, mostrándose en forma diversa según
los sujetos, sexos, edades y contextos sociales.<br><br>
Esto no implica la justificación biológica de la violencia, si bien la
teoría oficial tiene un atractivo moral y políticamente correcto, al cual
adherimos todos, al considerar a la violencia como un aberración del
comportamiento humano solo logra distrae nuestra atención del correcto
entendimiento de aquellos comportamiento asociados a la misma. No es lo
mismo preguntarnos ¿cómo aprende un niño a ser agresivo? que
cuestionarnos sobre ¿cómo aprende un niño a no ser agresivo? La primera
pregunta asume la bondad cono condición de partida y condiciona la
violencia al tipo de juegos, programas de TV, alimentación, educación, o
entorno familiar, entre otras causas. La segunda, no descree de los
efectos de dichos aspectos medioambientales, pero considera al niño como
un ser que posee comportamientos violentos naturales y la tarea estará
centrada en entender que factores evocan a dichos comportamientos y como
evitarlos, sin estigmatizar al poseedor de los mismos como un <i>enfermo,
loco </i>o<i> psicópata</i>, términos que solo generan confusión al
momento de entender las causas de la violencia y su posible solución.
Comprender la evolución de la naturaleza humana y la herencia de rasgos
comportamentales complejos asociados a la violencia, constituye un paso
esencial para comenzar a entender y resolver los problemas de la
violencia en nuestra especie <br><br>
<br><br>
<br>
<font color="#FF0000"><b>Comisión Organizadora de Seminarios del BBE<br>
</b></font>Karina Alleva (Lab de Fisiología Vegetal)<br>
Matías Pandolfi (Lab de Neuroendocrinología y Comportamiento)<br>
Leonel Morandini (Lab de Neuroendocrinología y Comportamiento)<br>
Leopoldo Iannone (Lab de Micología, Fitopatología y Liquenología)<br>
Gabriel Manrique (Lab de Fisiología de Insectos) <br><br>
<br><br>
<br><br>
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</div>
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<br></blockquote></div><br><br clear="all"><br>-- <br><span style="color:rgb(0,153,0)"><span style="font-family:trebuchet ms,sans-serif">Valeria</span></span><br>
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