<p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height:
normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span style="font-size:
10.0pt;font-family:"Arial","sans-serif"">Extraído de: </span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height:
normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span style="font-size:
10.0pt;font-family:"Arial","sans-serif""> Ciencia, política y cientificismo</span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height:
normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span style="font-size:
10.0pt;font-family:"Arial","sans-serif"">Oscar Varsavsky</span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height:
normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span style="font-size:
10.0pt;font-family:"Arial","sans-serif"">Centro Editor de América Latina,
Buenos Aires, 1969.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height:
normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 13px; ">Las veintenas de jóvenes que habíamos
ido enviando al extranjero, competían en los concursos, y los que ganaban eran
–por supuesto- los que mayor adaptabilidad habían mostrado a la ciencia del
Norte.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height:
normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span style="font-size:
10.0pt;font-family:"Arial","sans-serif"">El Consejo Nacional de
Investigaciones, CNICT, que promovimos y apoyamos sin tener fuerzas para
orientarlo y que se convirtió en la punta de lanza del cientificismo, nos
estimulaba económicamente en la política de enviar jóvenes inmaduros al
extranjero, seleccionándolos por sus méritos cuantificables: notas y trabajos.
Se les garantizaba a su regreso medios de trabajo similares a los que tenían en
el Norte. Muchas fundaciones extranjeras contribuyeron a costear los
laboratorios necesarios para acomodar a tantos nuevos científicos.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height:
normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span style="font-size:
10.0pt;font-family:"Arial","sans-serif"">No éramos ciegos al fenómeno, pero ya
no podíamos liquidar el eficiente instrumento que habíamos creado ni estábamos
convencidos de que fuera necesario. Así tuvimos que aceptar a muchos profesores
cuya indiferencia por el país y la sociedad era evidente (incluso pretendían no
dar clases para dedicar todo su precioso tiempo a la investigación) o de la
ideología netamente reaccionaria.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height:
normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span style="font-size:
10.0pt;font-family:"Arial","sans-serif"">No hicimos prácticamente nada por detener
este fenómeno y eso por varios motivos: no lo creíamos tan extendido; no
valorábamos bien su importancia; estábamos orgullosos del nivel alcanzado por
la Facultad, ya reconocido internacionalmente; la mayoría de los alumnos estaba
satisfecha con este estado de cosas. Además, plantear el problema de fondo
hubiera significado dividir al grupo Reformista y ceder el control de nuestra
Facultad a los profesores de la derecha tradicional, que constituía una minoría
fuerte. El grupo Reformista iba perdiendo homogeneidad a medida que
transcurrían los años y se mantenía unido sólo porque nadie veía con toda
claridad esos problemas de fondo y porque su dirección formal quedó en manos de
una persona de gran talento como ‘ejecutivo’ y de mucha influencia personal sobre
la mayoría de sus miembros, pero demasiado seguro de que el camino que
llevábamos era el correcto.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height:
normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span style="font-size:
10.0pt;font-family:"Arial","sans-serif"">Nos limitamos a insistir –sin mucho
éxito ni convicción- en la vinculación práctica de la Facultad con los
‘problemas nacionales’ a que ya hice referencia. Se logró que esto se declarase
política de la Facultad, e incluso hicimos concurrir uno por uno a todos los
Jefes de Departamentos ante el Consejo Directivo para que explicaran cómo iban
a aplicar esa política. </span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height:
normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span style="font-size:
10.0pt;font-family:"Arial","sans-serif"">Esto ya despertó oposición entre los
profesores más cientificistas, que veían amenazada la ‘libertad de
investigación’, y entre los más reaccionarios, que la creían una ‘maniobra
comunista’. Las contradicciones del grupo Reformista comenzaron a notarse más
claramente (tal vez la más importante fue hacer declaraciones antiimperialistas
y al mismo tiempo aceptar subsidios de toda clase de instituciones
norteamericanas). Así pues, cuando algunos grupos minoritarios de estudiantes
comenzaron a acusarnos de cientificismo, nuestra sorpresa fue grande, y nuestra
reacción, negativa.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height:
normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span style="font-size:
10.0pt;font-family:"Arial","sans-serif"">En primer lugar, el significado de ese
nuevo término –‘cientificismo’- no estaba nada claro para los mismos que lo
esgrimían. Parecería una reacción general contra los profesores que exigían
demasiado o se desinteresaban por los alumnos; contra la aceptación de
subsidios y sobre todo contra el liderazgo paternalista ejercido por el grupo
Reformista, intolerable para los grupos de izquierda.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height:
normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span style="font-size:
10.0pt;font-family:"Arial","sans-serif"">En segundo lugar, el ataque fue
llevado contra todo el grupo Reformista y contra toda su obra, lo cual impidió
a los profesores más politizados pudieran participar, o siquiera comprender el
movimiento.</span></p><br>-- <br>Oscar E. Martínez<br>Laboratorio de Electronica Cuantica<br>Departamento de Física. FCEN<br>Universidad de Buenos Aires<br>Pabellon 1, Ciudad Universitaria<br>1428 Buenos Aires<br>Argentina<br>
Phone & fax: 54 11 45763426<br><br>OR<br>Tolket SRL<br>Phone 54 11 5256.0150<br>