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<p><span lang="ES">Un amigo me hace llegar esta opinión, que no sé
donde salió, pero que es interesante sin duda y muestra que la
discusión que el año pasado era predominantemente Inglesa, hoy se ha
expandido y llegó a USA, la crisis la potencia naturalmente<br>
</span></p>
<p><span lang="ES">saludos<br>
Hernan<br>
</span></p>
<p><span lang="ES">PD: el artículo hace referenia a este aparecido en
el NYT es<br>
<a class="moz-txt-link-freetext" href="http://www.nytimes.com/2009/04/27/opinion/27taylor.html">http://www.nytimes.com/2009/04/27/opinion/27taylor.html</a><br>
</span></p>
<p><br>
<span lang="ES"></span></p>
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<span lang="ES"></span><b><span lang="ES"></span></b></p>
<p><b><span lang="ES">Qué hacemos los Universitarios en la Actual
coyuntura de crisis?.La trampa de la investigación y el desarrollo
cuando éste se enmarca en el mercado. Otra opinión a favor de la
necesidad de acabar con el Capitalismo como condición necesaria de la
preservación de la vida. R.</span></b></p>
<div><b><span lang="ES"></span></b> </div>
<div><b><span lang="ES"></span></b> </div>
<div><b><span lang="ES">OPINION</span></b></div>
<p><b><span lang="ES">Retórica del desarrollo y colonialidad del saber</span></b></p>
<p><b><span lang="ES">Por Walter Mignolo *</span></b></p>
<p><span lang="ES">Los sucesos desarrollados alrededor de las
investigaciones de Andrés Carrasco sobre el herbicida empleado en la
siembra y cultivo de la soja son un eslabón de una larga cadena y una
creciente tendencia de varias caras que miran en la misma dirección.
Las investigaciones de Carrasco ponen de relieve un principio general
de la economía llamada capitalista. En ella, todo se somete al aumento
de producción y de las ganancias, no importa quién caiga. Como el fin
son las ganancias, el fin justifica los medios. Esto fue así desde el
comienzo histórico del capitalismo en el siglo XVI, cuando la trata de
esclavos hizo que las vidas humanas fueran desechables en pos de la
producción, la acumulación y las ganancias.</span></p>
<p><span lang="ES">Ese principio se ha generalizado de tal manera que,
curiosamente, el director del departamento de estudios de las
religiones en la Universidad de Columbia, Mark Taylor, publicó un
artículo hace un par de semanas en el New York Times, titulado “El fin
de la universidad como la conocimos”. Compara la universidad actual con
el colapso de Wall Street y de la industria automotriz en Detroit:
sistemas ya fuera de funcionamiento que necesitan remozamiento y
regulación. La universidad –argumenta– necesita remozamiento y
regulación. Uno de los lastres que carga es haberse convertido en
centros de investigación y docencia alejados de los problemas actuales
de la sociedad. Hasta ahí estamos de acuerdo. El filósofo jamaiquino
Lewis Gordon adelantó argumentos semejantes hace un tiempo describiendo
esta situación como una “decadencia disciplinaria”, que pone la
ortodoxia del método en primer lugar y los problemas en segundo. El
método precede y supera al problema.</span></p>
<p><span lang="ES">¿Qué propone Taylor? Plantea que en vez de la
organización actual en departamentos disciplinarios se organicen
unidades de investigación en torno de problemas urgentes. El problema
del agua, por ejemplo. Ahora bien, como la describe Taylor, la
investigación creativa en torno del problema del agua estará guiada por
dos tipos de intereses. Una vertiente es la de las corporaciones que ya
hicieron del agua una mercancía. La investigación en esta orientación
tendrá primero el ojo puesto en las ganancias, en cómo se puede hacer
más dinero con la comercialización del agua. Usará la retórica del
progreso y el desarrollo sustentable, sin duda. Otra vertiente es la
que defiende Vandana Shiva en su libro Las guerras del agua:
investigaciones creativas para revelar los subterfugios de las
corporaciones interesadas en las ganancias y la mercantilización del
agua, no en la vida. La mercancía-agua viene primero, después se verá
cuántos la pueden comprar y cuánto adelantan los inversores de Bolsa
para incrementar el precio del agua a futuro.</span></p>
<p><span lang="ES">La visión de la universidad futura que propone
Taylor coincide con el enunciado de una circular lanzada por los
organizadores del Foro Universitario Mundial que se hará en Davos en
2010: “Una de las paradojas de nuestro tiempo es que el pensamiento más
creativo proviene más de las empresas, los políticos y los líderes
sociales que de la academia. El Foro Universitario Mundial se ha creado
en la creencia de que hay una necesidad urgente para los académicos de
conectarse más directa y arriesgadamente con las cuestiones
fundamentales de nuestro tiempo. De la misma manera en que el Foro
Económico Mundial se ha forjado un rol de liderazgo global para los
políticos, los empresarios y los líderes sociales”. En este párrafo se
asume que hay un solo tipo de creatividad, la creatividad positiva para
el desarrollo. No se tiene en cuenta, por cierto, la creatividad
investigativa que pone de relieve lo que la investigación positiva
oculta (como los casos de Andrés Carrasco o Vandana Shiva). La
filosofía que subyace en la organización del Foro Universitario Mundial
es la creatividad para el desarrollo. La misma creatividad que
desembocó en el derrumbe de Wall Street.</span></p>
<p><span lang="ES">Lo que necesitamos es otro tipo de creatividad:
respuestas como las que ha dado la comunidad académica en Argentina
ante el “affaire Carrasco”. Oponerse al proyecto de Davos es sólo una
parte y quizá mínima del problema en vista a la tarea de construir
futuros globales comunales, no capitalistas. Es necesario trabajar
creativamente en opciones descoloniales (en vez de reproducir y remozar
las opciones desarrollistas) del saber y la investigación, con miras a
la creación de futuros globales comunales (ya no la universalidad
capitalista ni la comunista, hermanas gemelas de la Ilustración). La
ecuación desarrollo/libertad es cada vez menos evidente. Tal
creatividad tendrá que comenzar a partir de horizontes en los que ya no
será posible por puro sentido común ni aun para los propios
terratenientes argentinos ni para la propia Cámara de Sanidad
Agropecuaria y Fertilizantes, aceptar acciones devastadoras como las de
Monsanto y corporaciones semejantes. Los organizadores del Foro en
Davos tendrán que advertir que están azuzando el fuego de una carrera
hacia la devastación. El problema ya no es declararse anticapitalista.
El problema es de vida o muerte si el capitalismo se reconstruye
después de su propio intento fallido de suicidio. El problema
fundamental del capitalismo es haber generado sujetos moldeados por el
éxito y el éxito por las ganancias, y la felicidad por la posesión de
objetos. Subjetividades de muerte bajo la convicción (o la mala fe) de
ser generadores de vida y de bienestar.</span></p>
<i><span lang="ES">* Director del Centro de Estudios Globales y
Humanidades de la Universidad de Duke (EE.UU.).</span></i>
<pre class="moz-signature" cols="72">--
"There is facts about dogs, and there is opinions about them. The dogs have
the facts and the humans the opinions. If you want facts about a dog, always
get them straight from the dog. If you want opinions, get them from humans" J
Allen Boone. A Kinship with all Life.
Hernán Gustavo Solari, <a class="moz-txt-link-abbreviated" href="mailto:solari@df.uba.ar">solari@df.uba.ar</a>, <a class="moz-txt-link-freetext" href="http://www.df.uba.ar/~solari">http://www.df.uba.ar/~solari</a>
</pre>
</body>
</html>