[Todos] La universida d como institución
Pablo Riera
pablo.riera en gmail.com
Dom Mar 21 16:32:01 ART 2010
Entiendo y te sigo en mucho de los puntos que mencionas. Sobre todo comparto
la noción de que las universidades tienen herramientas suficientes para
mejorar las perspectivas humanas. Es una sensación sutil que uno siente
todos los dÃas. El mundo esta mal, y en las universidades hay mucha gente
inteligente que podrÃa dar una mano. Digo que es una sensación sutil, porque
casi ni hace falta el uso de la razón, dirÃa más bien sentido común. Cada
uno puede definir sentido común como le plazca, creo que de cualquier manera
se entiende.
Entiendo que hallas llegado a escribir un mail planteando esta cuestión.
Pero el sentido común que no definÃ, a veces no funciona en todas las
personas. Planteo mi caso. En algún momento de el pasado, me di cuenta que
me gustaban las cuentas o el pensamiento abstracto o digamos en general el
nerdismo. Creo completamente que esta preferencia mÃa, no es solo una
inquietud personal decidida con criterio, sino que mi cerebro tiene una
cuenca donde cayó y es difÃcil que salga de ahà por si solo. Quiero decir
para cambiar las actitudes intrÃnsecas de uno, hay que cambiar la
organización cerebral. Sino siempre vamos a responder igual el mismo
estÃmulo. ¿Y como se hace eso? hay muchas maneras, en general todos tenemos
alguna. Pero sin duda lo que NO sirve es la rutina lobotomisante.
Hay personas que permanecen en el mismo plan cerebral por mucho tiempo.
Mientra más tiempo pasa, más se estanca el cuerpo y la mente. Las
instituciones no funcionan, en parte porque generan la imagen mental de
estructura, rigidez, seguridad, MORAL y demás cosas que no ayudan en nada a
que el cerebro cambie. Claro que en promedio todos tenemos algún problema,
algo que nos rompe la pelotas y no podemos tomarnos dos años sabáticos para
cambiar la forma de ser y alejarnos del quilombo. Pero siempre se puede
tener el cambio en mente.
Creo que el desafÃo no es aprender cosas, sino deshacerse de las que ya uno
aprendió. Supongamos que el aprendizaje es Hebbiano. Yo aprendo cosas por
repetición, saturación, etc y mi red cerebral se acomoda de tal manera que
mantiene la información y la deja disponible para ser usada. No estoy
hablando de datos, estoy hablando de la manera de pensar. De las cosas que
le pasan por la cabeza a uno cuando escucha a alguien. Con tantas
instituciones en nuestras vidas, después de tantos años, seguro buena parte
de nuestros cerebros piensa y responde en base a nuestra rutinaria
experiencia en ellas. Y que pasa si las cosas que me han transmitido están
mal. Hay que borrar entonces. ¿Cómo se puede hacer para desplastificar el
cerebro?
No estoy planteando una sociedad de zombies, estoy planteando que las
instituciones maltratan el coco amoldandolo. El único que deberÃa amoldar el
cerebro es uno. Pero no yo, nombre apellido, familia, trabajo. Uno mismo es
su cuerpo y amor por su cuerpo, no la ego-ambición y discriminación. Se
puede reemplazar "su cuerpo" por "la naturaleza", "la tierra", etc.
El 19 de marzo de 2010 16:57, <fnmartin en bigua.dm.uba.ar> escribió:
> Una universidad de ciencias exactas y naturales es, hoy en dÃa, un gran
> reservorio de muchos de los conocimientos más profundos y sutiles que el
> ser
> humano haya alguna vez manejado. Estos conocimientos se acumulan en
> bibliotecas, bibliotecas digitales y en las mentes de los cientÃficos, y se
> transmiten en las aulas, oficinas y pasillos dando lugar una dinámica
> vertiginosa y eficiente. Es tal el poder y el potencial de esta maquinaria,
> por la diversidad, alcances y aplicabilidad de estos saberes que pocas
> veces
> tomamos conciencia de ello. Visto en una perspectiva histórico-cultural,
> creo que no es una exageración considerar a las universidades de ciencias
> exactas y naturales como algo mÃstico (para los griegos era mÃsitco el
> conocimiento del número raÃz de dos).
> Por otro lado, los integrantes de las universidades se comportan, en su
> gran
> mayorÃa, de acuerdo a los patrones, usos y costumbres de la sociedad toda.
> Esto (que suena sensato) produce, quizá, una sensación de sin-sentido
> cuando
> uno observa qué es lo que la sociedad es hoy en dÃa, con toda su urgencia
> por llegar a ningún lado, sus mandatos culturales establecidos e
> incuestionables, su indiferencia ante la desproporcionada distribución de
> las riquezas, su culto sagrado hacia elementos carentes de significado (por
> ej., el dinero), su total y absoluta desconexión con la naturaleza.
> Entonces, ésta sensación de sin-sentido a la que me refiero, se relaciona
> precisamente con lo anterior: ¿Cómo es posible que aquellas personas que
> cuentan con un conocimiento profundo de la naturaleza, los fenómenos
> fÃsicos
> y sus correspondientes abstracciones, no sean capaces (proponiéndoselo o
> no)
> de advertir y/o actuar en consecuencia con su entorno? ¿Por qué razón no
> generan ellos (nosotros) una acción positiva en relación a la destrucción
> constante que sufre el planeta Tierra y todas las especies que lo habitan,
> incluyendo a la humana? Sabiendo que los conocimientos que poseemos (y
> mucho
> menos también) pueden provocar un cambio radical, POR QUÉ no hacemos nada
> al
> respecto?
> Voy a arriesgar una respuesta: estamos presos de las instituciones. AsÃ
> como
> las instituciones por excelencia, las religiosas, preservaron una cantidad
> de información e ideas durante miles de años, para dominar y controlar a la
> gente, provocando guerras, odio y muerte, y fundamentalmente, para
> preservarse a sà mismas, cualquier institución es creada para proteger
> valores y/o ideas, e inevitablemente se convierte en una acérrima defensora
> de sà misma. Ejemplos de instituciones son conocidos por todos: la iglesia,
> el estado, la familia, la univesidad, etc. (suelen escribirse con
> mayúscula:
> la Iglesia, el Estado, la Familia, la Universidad, etc.).
> La universidad como institución cumple entonces la función social de
> preservar, incrementar y transmitir el conocimiento racional. Todos, en
> general, estamos muy satisfechos de eso, ya que el conocimiento racional
> nos
> ha permitido dejar el papel de recolectores de frutos y cazadores de
> jabalÃes
> para convertirnos en personas Ãntegramente dedicadas a la satisfacción de
> nuestros deseos personales (sexuales, de realización profesional, de
> mandato
> familiar y cultural, etc.).
> Las instituciones se relacionan entre sà y sus integrantes desarrollamos un
> sistema de creencias y pensamientos acorde a la relación entre
> instituciones. Por ejemplo, en nuestro caso: como integrantes de la
> universidad, nos contentamos con cumplir nuestro papel de investigadores y
> educadores académicos de la mejor manera (es decir, preservando,
> incrementando y transmitiendo el conocimiento racional), y exigimos al
> estado que se haga cargo del resto de lo necesario para garantizar el
> bienestar de la población y, en lo posible (tampoco la pavada), posibilitar
> que la población concurra a formarse a la universidad.
> Evidentemente, esto no funciona, al menos desde mi punto de vista. Voy a
> ilustrar mi pensamiento con un ejemplo muy concreto: hace poco tuvimos en
> Buenos Aires unas innundaciones de la gran puta y es sabido que una de las
> causas fue la deficiencia en la recolección de residuos. Obviamente,
> estamos
> indignados con el Estado corrupto e ineficaz, etc, etc. Casualmente, hoy
> recibà un correo de Greenpeace reclamando al gobierno de Macri por el
> incumplimiento de un ley (Ley de Basura Cero). Pero...no estamos al tanto
> de que la manera en que producimos basura es estúpidamente descontrolada
> (irracional)? ¿No es la ciencia la que debe conocer (no hablemos de
> solucionar, por favor, eso le corresponde al Estado) el proceso de
> producción y transformación de los desechos? ¿No deberÃa ser, por
> definición, un cientÃfico el primero en preocuparse y solucionar, al menos
> para sà mismo el problema de la basura? Les comento que yo, que soy un
> pelotudo en general y un cientÃfico bastante mediocre en particular, hace
> más de un mes que no saco basura a la calle. Por un sencillÃsimo método
> llamado compost es posible transformar la basura orgánica en tierra fértil,
> la basura inorgánica es más fácil de manipular. Esto no lo aprendà en la
> universidad, sino en un curso de
> permacultura <http://www.permacultura.com.ar/quees/index.html> (no estoy
> proponiendo que Permacultura sea incluida como materia de grado).
> Espero que el ejemplo haya aclarado mi punto: el conocimiento (racional, en
> nuestro caso) al convertirse en una institución y darle a la misma poder
> para gobernarlo y administrarlo, se transfoma en un objeto obsoleto,
> solamente disponible para el divertimento y manipulación de quienes lo
> conocen (siendo, no obstante, muchos de ellos/ellas personas apasionadas
> por lo que hacen, lo cual me parece bastante ennoblecedor).
> Mi propuesta es, entonces, desarmar la universidad como institución (más
> aún, desarmar TODAS las instituciones) y quedarnos con lo realmente
> valioso,
> nuestro conocimiento, nuestra habilidad de compartir y transmitir el
> conocimiento y nuestra capacidad de sacar conclusiones a partir de la
> naturaleza y utilizarlas sabiamente. Si a alguien le parece peligroso lo
> que
> propongo me parece genial, porque las instituciones sólo existen para
> proveer seguridad y, claramente, es la búsqueda de seguridad lo que nos
> produce inseguridad.
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