[Todos] [Todos en bg] ¿Derechos humanos?

Carlos Guillermo Velez velez en bg.fcen.uba.ar
Sab Dic 4 20:42:14 ART 2010


Y vamos más atrás!
http://tiempo.elargentino.com/notas/marcela-noble-y-historia-de-matilde

Todo el estado de facto, irregular, hizo esto... Acepto tb que los dolores
de las comunidades indígenas no son moco é pavo. Me duelo a cada minuto
por ello.

Pero: porqué los énfasis diferenciales de la izquierda boba (Correa,
presidente de Ecuador, dixit() sobre un caso y el otro?

Porqué atacan a este gobierno y se callan las canalladas de la Noble-za.

Porqué?

Acaso la última tapa de los pretendidos originales pero simples hasta el
hartazgo de BArcelona te den (oscuramente, por debajo de la superficie) la
respuesta.

Boa lectura!
Saludos

>
>
> El
> diaguita Javier Chocobar fue asesinado en Tucumán el 12 de octubre
> de  2009. Sandra Juárez, campesina santiagueña, murió
> el 13 de marzo de 2010  cuando enfrentaba una topadora. El qom Roberto
> López fue asesinado el  23 de noviembre cuando la policía de
> Formosa reprimió un corte de ruta  donde se reclamaba por tierras
> ancestrales. El gobernador Gildo Insfrán  es aliado incondicional
> del Gobierno Nacional. Quizá por eso ningún  funcionario del
> Gobierno cuestionó la represión al pueblo originario. Al
> contrario: el jueves al mediodía la presidenta Cristina
> Fernández de  Kirchner compartió una videoconferencia con
> Insfrán, transmitida en  directo por Canal 7. Abundaron las
> sonrisas y felicitaciones por la  inauguración de una obra
> eléctrica. Ninguna mención hubo sobre el  asesinato. En ese
> mismo momento, en la comunidad indígena se daba  sepultura a
> Roberto López y el discurso gubernamental de defensa de los
> derechos humanos entraba, quizá como nunca antes, en el mundo de la
>  hipocresía.
> “Este  Gobierno no reprime la protesta social”. Lo
> dijo el ex presidente Néstor  Kirchner infinidad de veces. Lo
> repitió (y repite) la Presidenta,  ministros, legisladores. Siempre
> fue una afirmación cuestionada por  sectores sociales de izquierda
> y siempre fue, también, la bandera de los  intelectuales
> orgánicos del kirchnerismo. Ningún intelectual o  periodista
> que apoya este Gobierno denunció el asesinato y la directa
> vinculación del gobierno nacional. Algunos, los menos, llegaron
> hasta  Insfrán. Pero no a la responsabilidad de la Casa de
> Gobierno.
> Gildo
> Insfrán fue vicegobernador de Formosa entre 1987 y 1995. Ese
> último año  asumió la gobernación, cargo que
> mantiene hasta la actualidad.  Veintitrés años en el poder
> provincial. Nada que envidiar a los gordos  sindicales. Insfrán
> apoyó a Menen, a Rodríguez Saa y a Duhalde. Y fue de  los
> primeros gobernadores en respaldar a Néstor Kirchner. Sobrevinieron
>  siete años de apoyos mutuos.
> Dentro
> de los espacios indígenas de Argentina, Formosa es vista como uno
> de  los paradigmas de la represión y hostigamiento permanente.
> Desde hace  décadas las comunidades y organizaciones sociales
> denuncian el régimen,  que muy poca difusión tiene en los
> medios de tirada nacional. “Exigimos  respeto” es el
> título de la investigación de Amnistía Internacional
> sobre la situación de los pueblos originarios de Formosa, donde
> describe  la violación sistemática de derechos humanos, el
> despojo de territorios  ancestrales, la pobreza estructural y un aparato
> político-estatal que  margina y coacciona a los pueblos
> indígenas. Durante dos años Amnistía  trabajó
> junto a comunidades originarias de la provincia y comprobó la
> violación de derechos constitucionales, omisiones del derecho
> internacional, maltrato y discriminación institucional, y
> coacciones  propias de la dictadura militar: seguimientos policiales
> intimidatorios,  amenazas anónimas y secuestro de personas.
> “El gobierno provincial no  sólo ha contribuido a la
> violación de derechos, sino también a reforzar  la
> situación histórica de discriminación,
> exclusión y pobreza de las  comunidades indígenas”,
> afirma Amnistía.
> La
> Jefatura de Gabinete, el Ministerio de Justicia, el Ministerio del
> Interior y el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (dependiente
> de  Desarrollo Social) recibieron la investigación de
> Amnistía. Nada  hicieron.
> En
> abril de 2009, y durante un prolongado corte de ruta, indígenas del
>  Pueblo Wichi también murieron en la ruta formoseña.
> María Cristina  López, de 22 años, y Mario
> García, de 48. Ambos pedían lo mismo que la  Comunidad La
> Primavera, respeto a sus derechos (consagrados por frondosa
> legislación nacional e internacional) y, sobre todo, exigían
>  territorio. Murieron de mezcla de hambre, frío y enfermedades
> curables  en centros urbanos. Los medios nacionales no dieron cuenta de
> esas  muertes. Muchos menos el gobierno nacional.
> Cuando
> se trata de pueblos indígenas se ejercita un doble estándar:
> los  derechos humanos son para sectores urbanos, medios y, en lo posible,
> blancos. Esa discriminación la denuncian desde hace años los
> pueblos  originarios, pero tuvieron que contar con una “voz
> autorizada” para  amplificar su pesar: “El genocidio
> indígena  está invisibilizado por una  cuestión
> de clase social y de etnia”, afirmó en 2008 el juez de la
> Corte Suprema de Justicia Raúl Eugenio Zaffaroni. Y retrucó:
> “En la  última dictadura militar se avanzó sobre un
> sector de clase media activo  en política, inclusive con un
> segmento universitario. Por ello se lo  reconoció fácilmente
> como genocidio. Todo depende del sector social que  sufre la
> represión y de su capacidad para hacerse oír en
> público”.
> Chocobar,  Juárez y López, sólo tres de una
> larga lista, no eran clase media  urbana. Sus muertes no cuentan (para
> muchos sectores) como violación a  los derechos humanos.
> Luego
> del asesinato de Mariano Ferreyra, oficialismo y oposición se
> tiraron  culpas sobre quién cargaría con la muerte y el
> costo político. La clase  política y la corporación
> periodística tiraron pescado podrido según su  conveniencia.
> Todos querían despegarse de José Pedraza. Luego de la
> represión formoseña nadie del oficialismo necesitó
> esbozar una  diferencia. Asumen, y actúan en consecuencia, que el
> kirchnerismo es  Insfrán, que Insfrán es el kirchnerismo. Y
> que el costo político y  social del asesinato indígena no se
> asemeja a otras muertes. Un indígena  no es comparable, creen, con
> María Soledad Morales, Carlos Fuentealba,  Darío y Maxi. Un
> asesinato indígena pareciera no tener costos
> políticos.
> Sin
> embargo, la complicidad de Cristina Fernández de Kirchner con Gildo
>  Insfrán no es la mayor responsabilidad con la que debe cargar el
> kirchnerismo. Las causas profundas de la represión a los pueblos
> originarios y las comunidades campesinas es el modelo extractivo:
> monocultivo de soja, minería a gran escala, monocultivo de
> árboles,  agrocombustibles y el avance de la frontera petrolera son
> políticas de  Estado. El menemismo creó la ingeniería
> legal para esas industrias, y el  kirchnerismo es la continuidad y
> profundización de ese modelo  extractivo.
> Sólo  dos ejemplos concretos: el monocultivo de soja y la
> minería nunca antes  crecieron tanto como en estos últimos
> siete años. Nunca antes se usaron  tantos agroquímicos, se
> desmontó y se explotó recursos naturales como en  la
> última década. Y el avance de estas industrias implica el
> avasallamiento de las poblaciones rurales pobres, con la violación
> de  derechos humanos a cuesta.
> En
> Argentina, y también en el continente, el modelo extractivo avanza
> y se  fortalece con el apoyo de los gobiernos provinciales y
> nacional.
> Los
> pueblos indígenas y campesinos tienen múltiples diferencias,
> pero una  gran coincidencia: la necesidad del territorio, y el
> convencimiento para  defenderlo. La conflictividad rural es una
> consecuencia lógica, y la  represión es la respuesta estatal
> y privada a esa resistencia.
> Salta,
> Misiones, Santiago del Estero y Chaco no tienen mucho que envidiar a
> Formosa en cuanto al tratamiento represivo de campesinos e
> indígenas.  Todas provincias alineadas con el gobierno nacional. Al
> igual que San  Juan y La Rioja, donde la represión recae sobre
> asambleas  socioambientales que rechazan la minería. La
> oposición también hace lo  suyo: Neuquén, Río
> Negro y Chubut siguen el ejemplo represivo de Formosa  y tampoco merecen
> la crítica de la Presidenta.
> La
> muerte de Néstor Kirchner fue el hecho que motivó a
> intelectuales y  periodistas para repasar y remarcar las justas medidas
> que el Gobierno  tomó en favor del pueblo.
> El
> asesinato de Roberto López, originario del Pueblo Qom, debiera ser
> (al  menos para quiénes dicen estar del lado del pueblo) el momento
> justo  para denunciar la violación de derechos humanos y, sobre
> todo, la  complicidad política que ocasiona esos
> asesinatos.
> Optar por el silencio es
> muy parecido a decir que los pueblos originarios “algo habrán
> hecho”.
> --
> Fuente: blog
> de Dario Aranda
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Dr. Carlos G. Vélez
Departamento de Biodiversidad y Biología Experimental
Facultad de Ciencias Exactas y Naturales
Universidad de Buenos Aires
C1428EGA Buenos Aires-ARGENTINA



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