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Bulletin # 8
Asunto: El Muro de Berlin y la Teologia de la liberacion

El siguiente articulo es de Noam Chomsky. Chomsky es un linguista y mis
escasos conocimientos de su gramatica generativa me sirvieron de
inspiracion en mi programa ASS. Pero Chomsky es famoso como analista
politico de los estropicios del imperio norteamericano. El articulo lo
procesamos por ASS. Me disculpo por mi irreverencia.
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EL LEGADO DE 1989 EN LOS DOS HEMISFERIOS  por Noam Chomsky

Noviembre de 1989: el más importante año en la historia  desde 1945.  Ese
año todo cambió.

Las reformas en Rusia de Gorbachov y su "renuncia impresionante del uso de
la violencia" condujeron a la caída del muro de Berlín el 9 de noviembre
de 1989 y a la liberación de la Europa del Este de la tiranía rusa.

Los elogios son merecidos pero perspectivas alternativas pueden ser
reveladoras.

1) La canciller Merkel proporcionó tal perspectiva cuando instó a todos
acabar con los muros de nuestro tiempo.

Seguir su consejo sería desmantelar el muro en Palestina que en escala y
longitud supera al de Berlín, que serpentea en tierra palestina violando
la ley internacional.

El "muro de anexión" debería ser llamado, justificado en términos de
"seguridad". Si la seguridad fuese la cuestión, el muro habría sido
construido a lo largo de la frontera.

El propósito del muro construido con apoyo de EEUU y  complicidad de
Europa, es que Israel se apropie de tierra palestina y de los acuíferos de
la región, impidiendo así una existencia viable para la población indígena
de la antigua Palestina.

2) Otra perspectiva proviene de Thomas Carothers, que sirvió en los
programas de "fortalecimiento de la democracia" durante Reagan. Carothers
concluye que los líderes de EEUU apoyan la democracia de los países
satélites soviéticos, pero no de los estados clientes de EEUU.

La caída del muro de Berlín fue celebrada con razón, pero no hubo atención
a lo que sucedió una semana después: el 16 de noviembre, en El Salvador,
donde asesinaron a seis líderes jesuitas por un batallón armado por EEUU
El batallón tenia antecedentes sangrientos en El Salvador, en 1980 con el
asesinato del arzobispo Oscar Romero, conocido como "la voz de los sin
voz".

Durante la "guerra contra el terrorismo" declarada por Reagan, el horror
fue similar en toda América Central. El reino de la tortura, del asesinato
y de la destrucción dejó cientos de miles de muertos.

El contraste entre la liberación de los países satélites soviéticos y el
aplastamiento de la esperanza en los estados clientes de EEUU es
instructivo. El asesinato de los  jesuitas puso fin a la "teología de la
liberación", que se encuentra en las iniciativas de Juan XXIII y del
Concilio Vaticano II .

El Concilio Vaticano II "marcó el comienzo de una nueva era en la historia
de la Iglesia Católica", escribió el teólogo Hans Kung. Los obispos
latinoamericanos adoptaron "la opción preferente por los pobres".

Así, los obispos renovaron el pacifismo de los Evangelios que había sido
silenciado cuando el emperador Constantino estableció el cristianismo como
religión del Imperio Romano: "una revolución" que en un siglo convirtió a
"la iglesia perseguida" en una "iglesia perseguidora", según Kung.

En el renacimiento post Vaticano II, los sacerdotes, monjas y laicos de
América Latina llevaron el mensaje de los evangelios a los pobres y
perseguidos, reuniéndolos en comunidades y los alentaron a tomar su
destino en sus manos

La reacción a esta herejía fue la represión . Con el terror y la
carnicería, los practicantes de la teología de la liberación fueron un
objetivo prioritario.

Entre ellos estaban los seis mártires de la iglesia cuya ejecución hace 20
años es ahora conmemorada con un silencio rotundo apenas roto.

El pasado mes en Berlín,  Bush, Gorbachov y Helmut Kohl discutieron quién
de ellos merecía más reconocimiento por la caida del muro.

El cielo nos ayudó", dijo Kohl.

Bush elogió al pueblo de Alemania del Este que "fue privado de sus
derechos concedidos por Dios".

Gorbachov sugirió que los Estados Unidos necesitan su propia perestroika.

No existe ninguna duda acerca de la responsabilidad de arrasar el intento
de revivir los evangelios en América Latina durante la década de los 80.

La Escuela de las Américas en USA que entrena a los oficiales de América
Latina, anuncia orgullosamente que el ejército de EEUU ayudó a "derrotar
la teología de la liberación", asistido sin duda por el Vaticano, mediante
el guante blanco de la expulsión y la represión.

El terror y los asesinatos para invertir la herejía puesta en marcha por
el Concilio Vaticano II recibió una incomparable expresión literaria en la
parábola del Gran Inquisidor de Dostoievsky de Los hermanos Karamazov.

En este relato, en Sevilla, Jesucristo aparece de repente en las calles,
desapercibido, pero todos lo reconocieron y fueron atraídos hacia él.

Los guardias de El Gran Inquisidor  lo prendieron y lo llevaron a prisión.
Allí se acusa a Cristo de venir a "obstaculizarnos" en la gran tarea de
destruir las ideas subversivas de libertad . Nosotros no te seguimos, el
Inquisidor regaña a Jesús; seguimos a Roma y "la espada de Cesar".

Buscamos ser los únicos gobernantes de la tierra para poder enseñar a las
multitudes "débiles y viles" que "solamente serán libres cuando renuncien
a su libertad por nosotros y se nos sometan". Entonces serán tímidos y
asustadizos y felices. Así que mañana, dice el Inquisidor, "debo
quemarte".

Finalmente, sin embargo, el Inquisidor cede y lo libera "en las
callejuelas oscuras de la ciudad".

Los discípulos de la Escuela de las Américas regida por EEUU no ejercieron
tal misericordia.
eof

http://www.inthesetimes.com/article/5260/
the_legacy_of_1989_in_two_hemispheres/