[Todos] La elección de Rector
ADU
adu en de.fcen.uba.ar
Lun Dic 14 14:24:34 ART 2009
Como es de público conocimiento, la Asamblea Universitaria convocada para
el día de hoy en el anexo de la cámara de diputados con el fin de elegir
rector se realizó en un marco lamentable. La zona estaba totalmente
vallada por la policía, lo que impidió que varios consejeros que querían
entrar pudieran hacerlo a tiempo.
Desde ya, no entendemos ni justificamos las razones por las que una
minoría violenta, que descree del funcionamiento de las instituciones,
concurre a una Asamblea Universitaria con piedras y gomeras. De todos
modos, nos parece repudiable el accionar de la policía, que reprimió a
mansalva a consejeros y manifestantes.
En el contexto que se dio esta mañana, los Consejeros de ADU junto con
varios más de otras facultades, decidimos no entrar a la Asamblea, dado
que era evidente que no estaban dadas las garantías para que la misma se
desarrollara de manera pacífica y con la posibilidad de que todos los
consejeros tuvieran la oportunidad de debatir y votar. Para que todos se
den una idea del ánimo de debate imperante en la mayoría de la Asamblea,
nos hemos enterado que a las 9:10 ya se había elegido el Rector (en una
sesión que debía empezar a las 9!).
Mas allá de que nos hemos manifestado en contra del adelantamiento de la
Asamblea, reconocemos la legalidad de la convocatoria y la amplia mayoría
de votos que consagraron a Hallu como rector. Sin embargo consideramos
altamente preocupante que el imponer los votos por la fuerza y sin la
menor búsqueda de consenso sea la forma elegida por los que hoy tienen la
mayoría en la Universidad.
Una vez mas, quienes no quieren dejar funcionar a las instituciones han
sido funcionales a la "maquina de votar" de sectores de la mayoría de la
Asamblea, que solo pretendían re-elegir al Rector para mantener el
status-quo y "repartirse" espacios de poder dentro de la Universidad.
Cuando supimos que la votación ya se había realizado, nos acercamos hasta
el anexo del congreso, ya que se nos informó que la seguridad del mismo
junto con la policía tenían retenidos a estudiantes asambleístas que
habían intentado acreditarse. No nos retiramos hasta que tales
asambleístas también pudieron hacerlo de manera pacifica.
Al pie de este mensaje, se puede encontrar la declaración que con
consejeros de otros claustros y facultades habíamos preparado para la
Asamblea, pero que lamentablemente no tuvimos la oportunidad de expresarla
en tal sesión.
Afirmación Democrática Universitaria (ADU)
Representación del claustro de profesores de la FCEN
.................................
ANTE LA ASAMBLEA UNIVERSITARIA
En el día de la fecha está convocada la Asamblea Universitaria de la UBA
con el único fin de elegir a su próximo Rector. En este marco, los
asambleístas abajo firmantes deseamos hacer saber a la comunidad
universitaria y a la sociedad toda nuestra posición respecto de la
Asamblea y de la situación general de la Universidad.
En tal sentido, reiteramos nuestro desacuerdo con el adelantamiento de la
fecha de esta Asamblea. Creemos que la situación presente de nuestra
universidad exige de todos nosotros un esfuerzo por ampliar los espacios y
los tiempos del debate, en aras de construir juntos las bases comunes de
un proyecto académico para nuestra casa de estudios. Es así, que la
Asamblea no debe ser solo la instancia de elección del Rector, sino una
auténtica oportunidad para que los universitarios asumamos el desafío de
dicha construcción, que es en definitiva la que dará sentido a la
elección. No se trata sólo de decidir qué Rector tendremos, sino
básicamente con qué ideas y objetivos.
Mucho más inoportuno entonces el adelantamiento cuando aún está en cuarto
intermedio la Asamblea que discute la reforma del Estatuto Universitario,
conformada por los consejeros directivos, superiores y decanos actualmente
en ejercicio. No se puede legítimamente abandonar o dejar en suspenso ese
compromiso que hace a los debates constitutivos de nuestra institución.
Para nosotros, la Universidad exige de todos un esfuerzo refundacional.
Vivimos una universidad fragmentada en facultades con proyectos diversos,
atravesadas por las dificultades presupuestarias de muchos años y
carecemos de una utopía común. Sin un ideal compartido, no podremos fijar
el rumbo y el destino de nuestros esfuerzos; así, la UBA estará condenada
a una dispersión creciente que dificulta hasta el entendimiento entre
nosotros.
La Asamblea debiera poder reunirse todos los años, con el fin de discutir
los grandes problemas y proyectos universitarios. El conocimiento, en
definitiva, es nuestra herramienta y si no somos capaces de ponerlo en
práctica en el propio ejercicio de la vida institucional, difícilmente
merezcamos el nombre de universitarios.
Aun en las condiciones descriptas, tenemos vocación de participar de la
Asamblea, pero sólo en la medida en que resulte posible ejercer plenamente
el derecho a la palabra y la posibilidad de plantear las ideas que
pretendemos proponer al conjunto. No estamos dispuestos a formar parte del
statu quo que pretende generar un mecanismo de votación en que la mayoría
se imponga sin ningún tipo de discusión político-académica, pero también
consideramos que cualquier discusión de ese tipo debe hacerse dentro de la
institución, como es el caso del capitulo V (gobierno) del Estatuto
Universitario. Rechazamos subordinarnos a los proyectos conservadores que
hoy campean en la UBA, basados en lógicas mercantiles y más orientados a
satisfacer intereses particulares que a ideales académicos. Pero también
aquellos que ofrecen como única respuesta el cuestionamiento permanente e
irrestricto al funcionamiento institucional. Sabemos que somos una
minoría, pero creemos firmemente en nuestro proyecto y en la
responsabilidad de defenderlo.
Creemos necesario apoyarnos firmemente en nuestras mejores tradiciones y
transformar aquellas que nos desvían de un proyecto valioso. Reivindicamos
así los concursos, la calidad académica, el papel central de la
investigación, el valor de la extensión, la transparencia en la gestión,
la democracia y el cogobierno. Del otro lado, planteamos la necesidad de
poner en debate las actuales estructuras pedagógicas, darle importancia a
la planificación, favorecer activamente la producción científica,
tecnológica y humanística en áreas críticas y estratégicas, garantizar el
derecho a la educación superior en todas sus instancias, comprometer a la
Universidad como herramienta para el logro de una sociedad igualitaria y
de un país mejor. Creemos imperioso vincular las instancias
institucionales con las aulas y los laboratorios, generando puentes de
participación que tiendan a quebrar las distancias que existen entre
ellas. La desarticulación que existe hoy produce, en una universidad tan
inmensa, una pérdida del sentido de la tarea cotidiana, que es, en
definitiva, la que define lo que somos. La UBA es de sus docentes,
graduados, estudiantes y trabajadores no docentes, pero también del
conjunto de la sociedad que la sostiene con el valor de su trabajo.
Defendemos a la autonomía como principio fundamental para el ejercicio de
una práctica regida por el interés del conocimiento, pero rechazamos el
aislamiento universitario. Creemos necesario profundizar la defensa de la
Universidad pública y gratuita y trabajar por una Universidad con
compromiso social, creadora y popular. Juzgamos imprescindible vincular la
producción académica de excelencia con los principales temas de la agenda
pública, de modo de constituir a la UBA en voz pública respecto de los
grandes temas sociales y políticos, a partir de su tarea específica, esto
es, la producción de conocimientos. Queremos, en definitiva, una
universidad definida por su misión principal y no por los diversos
pragmatismos, dependientes de las coyunturas, que suelen devenir en simple
y llano oportunismo.
Fue en coherencia con estas posiciones y perspectivas que asambleístas de
las Facultades de Ciencias Sociales, Ciencias Exactas, Filosofía y Letras,
Medicina, Arquitectura, Diseño y Urbanismo e Ingeniería decidimos proponer
la candidatura alternativa al Rectorado de Federico Schuster. La figura y
el nombre de Schuster, están insoslayablemente asociados a una trayectoria
de diálogo y respeto por las diferencias, junto a los mejores valores de
la vida académica. Pero es también por una actitud consecuente con las
definiciones que hemos ido compartiendo con representantes de los
distintos claustros de universitarios y haciendo públicas, que las
condiciones presentes hacen difícil participar de la Asamblea. La
resolución rectoral que traslada su realización del Colegio Nacional de
Buenos Aires al Congreso de la Nación, bajo extremas medidas de seguridad,
sólo confirma el espíritu de las autoridades universitarias en el sentido
de ocluir todo debate, y sofocar el conflicto que al mismo tiempo reconoce
y prevé, en vez de abrir las puertas a la posibilidad de su auténtica
resolución. Bajo condiciones de esta índole, no nos queda sino la
alternativa de hacer público nuestro desacuerdo con los procedimientos
puestos en práctica, señalar el peligro de que estos procedimientos
tiendan a cristalizar oposiciones virulentas y propiciatorias de
violencias que nadie quiere, y formular votos por que el ambiente de
discusión y trabajo fecundo, en el marco del respeto de las diferencias
que debe caracterizar a la Universidad, regrese a ella más temprano que
tarde.
Somos un conjunto de universitarios comprometidos con la UBA y con el
destino de nuestra sociedad, creemos en el valor del conocimiento, en la
tarea científica, humanística y artística. Apostamos a la vocación
universitaria pluralista en lo ideológico y rigurosa en lo académico.
Estamos convencidos de que no será el uso de la fuerza el que nos permita
llevar adelante un proyecto como el que nos guía; será la potencia de las
ideas y la capacidad de las palabras la que nos permitirá más tarde o más
temprano sumar al compromiso a todos aquellos que sienten el malestar del
presente y sueñan con la posibilidad de un futuro mejor. La fuerza es un
recurso legítimo ante situaciones extremas; ejercida de forma permanente
desvanece el sentido de tales situaciones y termina produciendo daño
institucional. Solo una construcción política colectiva que atraviese los
claustros y respete la diversidad de pensamiento, que asuma una ética y
una convicción universitarias podrá ser el motor del cambio y satisfacer
las expectativas de refundación de una universidad democrática, con
excelencia y comprometida con las necesidades del país y de su pueblo. Que
la memoria de nuestros mejores hombres y mujeres nos ilumine y que
tengamos la lucidez y la responsabilidad que la hora exige.
Más información sobre la lista de distribución Todos