[Todos] paremos la homofobia.

[Leandro Zuberman]

Zelasco nos quiere hacer creer -como ya le hizo creer al INADI menemista
que sobrevivio varios gobiernos- que él simplemente opina; que no
discrimina a nadie, ni genera violencia, ni persigue, ni ofende. Encima,
los argumentos que nos da para refrendar su supuesta opinión consisten en
señalar la coincidencia con diversas religiones.

Efectivamente, la opinión de Zelasco es compartida por muchas religiones.
En particular por algunos Estados religiosos. El Estado de Irán, quizás
sea quien más de acuerdo esté con Zelasco que  prefiere a las personas
homosexuales muertas que vivas y por eso las relaciones entre varones del
mismo sexo tienen pena de muerte en Irán y ya son varios los asesinados en
la horca en ese país por esta razón. En algo hay que darle la razón a
Zelasco: su preferencia a la muerte de las personas homosexuales es
compartida por muchos líderes religiosos. Por eso es imperiosa una
respuesta contundente, no ya de quienes defendemos la libre elección
sexual sino de quienes defendemos la integridad física de todas las
personas, más allá de su raza, género, ideología u orientación sexual. 

En su último mail Zelasco pretende que la persecución y la violencia no
las ejerce él (y las Iglesias que con el coinciden) sino quienes
repudiamos
sus dichos. Es elocuente que solamente el mail de Guille Becker (mat)
inquietó a Zelasco. Por momentos hasta uno se esperanzaría en que ese mail
le hizo entender que las amenazan son amenazas y son violentas  aunque se
anteponga la palabra “prefiero”. Claro que enseguida deja claro que
-puestos a preferir- prefiere hacerse el distraído, y sólo ve la paja en
el ojo ajeno: Zelasco solo sostiene que los mails contra él son
amenazadores y persecutorios pero sigue defendiendo los suyos como una
simple opinión. 

Ni la “preferencia” de Guille Becker (mat), ni la declaración de AGD-UBA,
ni los pronunciamientos de otras personas y agrupaciones han sido
suficientes hasta ahora y Zelasco sigue amenazando de muerte a las
personas homosexuales y esparciendo su homofobia. Según nos hace notar,
apoyado por organizaciones
tan poderosas como la Iglesia Católica y otras Iglesias. Hace falta hacer
mucho aún parar esto.