[Todos] Un mismo hecho, varias visiones
Esteban Ithuralde
ithu en qb.fcen.uba.ar
Mie Mar 26 00:04:55 ART 2008
MOCASE y MCC:
http://www.prensadefrente.org/pdfb2/index.php/anuncios/2008/03/24/p3565
FPDS: http://www.biodiversidadla.org/content/view/full/39763
PCR/JCR:
http://www.pcr.org.ar/?area=eccbc87e4b5ce2fe28308fd9f2a7baf3&id_nota=2270
SRA: http://www.ruralarg.org.ar/web/notas.php?var=nota&id=2710#0 ;
http://www.ruralarg.org.ar/web/notas.php?var=nota&id=2712
1 - MOCASE VÍA CAMPESINA:
Algunas memorias ante las protestas del "campo argentino"
1- Nosotros, miembros de comunidades indígenas, campesinas y campesinos
organizados en territorios, hacemos memoria de que la Tierra es un bien aún
lleno de vida diversa, donde la humanidad y los pueblos quieren desarrollar
los sentidos de la existencia.
2- Las grandes corporaciones de las cadenas agroindustriales vienen
imponiendo a los pueblos y países un modelo de producción alimentaria cuyo
único objetivo es la rentabilidad y concentración de la riquezas en pocas
manos con la complicidad activa de gobiernos, empresarios y, en el caso del
"paro del campo", de los miembros de las cuatro entidades agropecuarias de
Argentina.
3- El doble discurso de los dirigentes de la FAA, los ha llevado a un
callejón sin salida. Sus prácticas reproducen el modelo de saqueo y
contaminación tanto de la tierra, los territorios, como así también de su
mentirosa pretensión de representar las luchas más genuinas de los
movimientos campesinos en Argentina.
4- Este modelo neoliberal, de saqueo y contaminación, reproducen nuevas
formas de colonización y genocidio. ¿Qué hicieron estas entidades cuando en
la etapa menemista del neoliberalismo más salvaje desaparecían más de 200
unidades familiares de producción agraria?
5- ¿Qué han hecho y hacen esas entidades agropecuarias ante los asesinatos,
cárceles, persecuciones, torturas y enfrentamiento con paramilitares y
topadoras que sufren hoy miles y miles de familias de pueblos originarios y
campesinos?
6- Dicen hacer el paro por el No a las retenciones y No a la desaparición de
los pequeños y medianos productores, pero algunos empresarios y productores
que han contratado matones para desalojar pequeños y medianos productores
son miembros de esas entidades.
7- Rescatamos algo positivo de este paro de las entidades agropecuarias y
sus miembros: se sacaron la careta de luchadores por un modelo de país
digno, justo y para todos. Mostraron su verdadero rostro: creen que el país
es para unos pocos que obedecen los dictámenes de las grandes corporaciones
transnacionales de la alimentación.
8- Estamos en algo de acuerdo: el dinero de todos los impuestos tendría que
estar controlado por todos, porque todas y todos pagamos impuestos en la
Argentina, no solo los productores y empresarios del campo. Proponemos
mecanismos de participación directa tanto de cómo producir riqueza como de
la distribución de la misma.
9- Como un primer paso de acuerdos y consensos proponemos que el extra de
las retenciones sirva para que no desaparezcan los pequeños y medianos
productores, artesanos, artistas, deportistas, etc. Que esos fondos preparen
el proyecto de una Reforma Agraria Integral con Soberanía Alimentaria.
Estaticemos las exportaciones, que no queden más en manos de las grandes
corporaciones transnacionales.
10- Con Vía Campesina decimos que la respuesta a la crisis global del precio
de los alimentos: La Agricultura Familiar Sostenible puede alimentar el
mundo. Los alimentos no pueden ser objeto de ganancias ilimitadas. La
Biodiversidad es una riqueza de los pueblos.
11- Las organizaciones de campesinos, miembros de Vía Campesina, declaran
que todos los acuerdos de libre intercambio tanto bilaterales como
bi-regionales, llámense Tratados de libre comercio, Acuerdos de libre
comercio o Acuerdos de partenariado económico, comparten la misma
naturaleza. Estos acuerdos suponen un saqueo de los bienes naturales y sólo
benefician a las empresas multinacionales, en detrimento del conjunto de los
pueblos del mundo y el medio ambiente.
Secretaría de Comunicación del MOCASE VC
2 - COMUNICADO DEL MCC
A propósito del paro agropecuario
La negación del campo profundo y la ciudad marginada
Los piquetes del desconcierto hablan de campesinos de 4x4, pequeños
productores de 300 hectareas de soja y de un campo que no es campo.
Los cortes de ruta diseminados por toda la geografía provincial de la última
semana, donde grandes máquinas y algunos hombres intentan poner a
consideración pública una supuesta situación de injusticia ante las medidas
tomadas desde el gobierno nacional, dan cuenta de la hipocresía profesada a
la hora de hablar del campo, de nuestro campo.
Las organizaciones ruralistas (FAA, CRA, CARTEZ, SRA) de Córdoba se paran
desde una posición de representación del sector rural hasta con la intención
de llegar a un juego maniqueo en la dualidad campo-ciudad. Ellos hablan de
un campo de trabajo, de esfuerzo, de productividad, de alimento, que vendría
a sustentar el consumismo urbano centrado en el usufructo de los servicios y
del confort. Ahora bien, en ese análisis, que es precisamente el que ha
generado la discusión en los medios de comunicación, se está negando la
verdadera y profunda realidad de la situación actual: la del campo profundo
y, si se quiere, de la ciudad marginada.
Mientras estas organizaciones reclaman no más que el dinero que les
permitiría continuar con la renovación de los modelos de sus camionetas año
tras año y seguir sumando propiedades inmobiliarias en la Ciudad, el campo
profundo y la ciudad marginada se debaten su supervivencia.
El campo profundo
Las organizaciones campesinas del la provincia de Córdoba nucleadas en el
Movimiento Campesino, venimos reclamando desde hace ya más de ocho años
medidas políticas profundas que impidan de una vez y para siempre la
extinción del campo. Y aquí hablar de campo es hablar de vida rural, no de
negociados rurales.
Empezando por la problemática de la tenencia de la tierra, que precisamente
no se soluciona con medidas económicas de retenciones o de recurso para la
compra o la venta, sino con el reconocimiento ancestral de la tenencia de la
tierra en manos de quien la trabaja. Cuando hablamos de un campesino que
comienza su jornada antes que el sol para mantener su producción de
alimentos que después de injustas intermediaciones termina en el plato del
habitante confortable de la ciudad o del sojero, que precisamente no consume
milanesas de soja, o incluso del marginado de la ciudad, hablamos de otra
economía, de otra vida que hasta el día de hoy, solo se a dignado a luchar
para sobrevivir.
Nuestra historia como Movimiento ya vivió piquetes, ya vivió reclamos
variados, ya vivió movilizaciones y las seguirá viviendo porque las
injusticias a las que estamos sometidos no se solucionan con un paro ni con
miles. La posibilidad de que cada familia parada sobre esta tierra pueda
acceder a situaciones de igualdad, en armonía con otras familias y con el
ambiente del cual somos un elemento más, nos habla de un largo camino a
recorrer, que en su debido momento puede optar por los mismos métodos de
quienes hoy reclaman engordar aún más sus bolsillos.
El campo profundo, nuestro campo profundo, no el de los que hoy están bajo
un toldo mientras sus grandes maquinarias atraviesan el asfalto, ha
demostrado que a pesar de las nefastas condiciones estructurales de
producción y comercialización, tiene capacidad para abastecer a la provincia
de los cabritos de fin de año, de los terneros que se engordan en los feed
lots propiedad de los piqueteros oligarcas, de la miel orgánica que corrió
la soja de la pampa y tantas otras cosas más. También a demostrado que a
pesar de poder movilizarse cada tanto, no abandonará la lucha hasta lograr
repoblar el campo en pos de una sociedad más justa, repoblar ese campo que
los sojeros convirtieron en desierto con el amparo del sistema económico que
rige en nuestro país desde hace tanto tiempo.
El campo profundo reclama tierra. Reclama que esa tierra que es nuestra, sea
reconocida por quienes tienen el poder, precisamente como nuestra, como el
La Rinconada, La Envidia, Cañada Larga y El Medanito, por citar algunos
casos.
El campo profundo reclama que no se destruya más nuestro medio ambiente.
Reclama ese medio ambiente donde desarrollamos nuestra vida y que permitirá
que nuestros hijos, los hijos de la ciudad y los hijos de los sojeros puedan
seguir viviendo.
El campo profundo reclama agua. Reclama esa agua que es nuestra y no
tenemos, para poder producir, para que esa agua no se transforme en el
petróleo del futuro en manos de Roggio y Suez.
La ciudad marginada
¿Qué se dice de la ciudad marginada por estos días? ¿Por qué no se dice que
los piqueteros fashion son responsables de haber depositado miles de
campesinos en los bolsones de la pobreza urbana? ¿Por qué no se dice que el
sistema judicial actual actúa en sintonía?
Sin duda, no hay políticas para frenar el éxodo hacia las ciudades. Y eso no
depende de las retenciones. Que el campo se muera no depende del aumento o
la disminución de las retenciones. Depende de un modelo de provincia y de
país. La FAA no dice por estos días que sus afiliados, con la complicidad
del sistema político y jurídico de la provincia, desaloja campesinos en los
departamentos del norte, como en el caso de Doña Ramona Bustamante.
Campesinos que indefectiblemente terminarán sobreviviendo en la ciudad
marginada, a base de bolsones y planes sociales que se pagan con las
retenciones.
La ciudad marginada también esta compuesta por miles de trabajadores rurales
que, sojización mediante, quedaron desempleados. ¿De qué economía regional
habla la Sociedad Rural de Jesús María? Allí en esa ciudad, imperio
ideológico de la expansión de la frontera agropecuaria en el norte del país,
desaparecieron los pequeños productores y no precisamente por obra de las
retenciones, sino por obra de sus propio plan corporativo de concentración
de la tierra. No olvidemos que esa Sociedad aplaudía con furia el plan
económico de Videla y Martinez de Hoz. En esa misma ciudad hoy, muchas
familias están en pie de guerra por ver a sus hijos intoxicarse todas las
semanas con los agrotóxicos que los sojeros lanzan sobre sus vecinos, y
hasta sobre sí mismos, en un claro ejemplo de barbarie.
En resumidas cuentas, si la ciudad marginada tuviera que reclamar por la
utilización del dinero que hoy hay en el país las rutas se cortarían los 365
días del año y en vez de cosechadoras, en el asfalto habría bicicletas como
en el 2001.
El principio de la negación
En definitiva las sociedades ruralistas pretenden llevar este juego de
reclamos y discursos a un duelo entre el gobierno y ellos, intentando poner
al "común de la gente" de su lado y con esa intención niegan la existencia
del verdadero reclamo que debe emerger desde la sociedad.
En ese juego la FAA se atribuye la representación de los pequeños
productores. Entonces, si un productor de 300 hectareas de soja es pequeño,
¿qué tipo de productor es aquel que tiene 30 cabras o un sembradío colectivo
de ajos y cebolla? Es más, ese mismo eje de análisis nos lleva cometer
errores conceptuales que también son el sustento discursivo de este paro.
Los pequeños productores de la FAA no producen alimentos en beneficio del
pueblo, producen forrajes para la especulación en el mercado externo.
Nuestro campo negado en este paro no piensa en el comercio exterior, por eso
está lejos de discutir retenciones. Si la patriada ruralista fuera tal no
tendría problemas con las retenciones porque produciría para nuestro mercado
interno; mercado interno que hoy se caracteriza por las góndolas vacías y
los tomates a 10 pesos el kilo.
De igual manera, como se entiende que la FAA que se atribuye la
representación del pequeño productor y se sitúa en el rol de la víctima más
víctima de este cruel gobierno, genera alianzas largamente sostenidas en el
tiempo con la oligarquía terrateniente de la Sociedad Rural. A ver, despacio
... alguién que se insinúa rebelde y contestario, que hasta nos habla de
reforma agraria, se sienta hoy a planificar piquetes con la oligarquia
golpista ...
Al margen de este y de todos los paros y acciones que realice la alianza
sojera, que por una lado despotrica contra el gobierno y por el otro le pide
planes, programas y cargos, es necesario que se replantee una discusión más
profunda sobre el campo y las ciudades. Y justamente, que en esa discusión
lo negado y lo marginado, también sean de la partida.
Norte y Noroeste de Córdoba, 20 de marzo de 2008
Movimiento Campesino de Córdoba
Frente Popular Darío Santillán
¡URGENTE REDISTRIBUCIÓN Y SOCIALIZACIÓN DE LAS RIQUEZAS!
HACE FALTA UNA REFORMA AGRARIA INTEGRAL QUE GARANTICE:
TIERRA, TRABAJO Y SOBERANÍA
ALIMENTARIA PARA TODO EL PUEBLO
- RETENCIONES SÍ: A LOS GRANDES TERRATENIENTES Y POOLS SOJEROS,
DIFERENCIANDO A LOS PEQUEÑOS PRODUCTORES:
Las formas que va tomando el "paro agropecuario" generan distintas lecturas,
según los intereses económicos y políticos que se expresan. Las voces más
escuchadas son las de la Sociedad Rural Argentina y el Diario La Nación, que
plantean falsamente el problema de "la expoliación del interior productivo"
por parte de centros urbanos parásitos; por su parte, también se hace oír el
gobierno, que juega a presentarse como defensor de los intereses de la
sociedad. Todos: gobierno, entidades de grandes productores, medios de
comunicación, hablan del "campo" ignorando a los millones de campesinos
pobres, desplazados de sus tierras, perseguidos, arruinados por el desmonte
sin control, la explotación minera y el modelo sojero. Como si las intensas
luchas en defensa de la tierra y de la cultura ancestral que se expresa en
el interior profundo de nuestra patria no existieran, ignoran las fuertes
luchas y denuncias que por años vienen desarrollando las organizaciones que
integran el Movimiento Nacional Campesino Indígena (Vía Campesina), como el
Mocase de Santiago del Estero, o los movimientos de Córdoba, Mendoza y
Salta. Por fuera de la disputa gobierno-"campo", ante esa realidad de
exclusión, marginación y explotación en el campo expresamos nuestra
principal solidaridad.
- LA POLÍTICA DE SOJIZACIÓN
Respecto al conflicto de intereses que se presenta durante estos días, lo
primero que hay que decir es que entre el gobierno y los grupos mas
concentrados de la actividad agropecuaria hay acuerdos básicos: reducir la
actividad agropecuaria a los "agronegocios", decisión que favorece la
concentración del capital y arruina a los pequeños productores. La política
de los "agronegocios" tiene como principales ganadores a los proveedores de
insumos (semillas fertilizantes, herbicidas) sector que esta fuertemente
concentrado, cartelizado y trasnacionalizado, y a los frigoríficos
exportadores, todos de propiedad extranjera. Quienes desde hace años se han
llevado la parte del león de los agronegocios no han sido sustancialmente
afectados por medidas económicas y gozan de los beneficios de una estructura
impositiva regresiva que se centra en gravar el consumo y la producción,
pero no a la ganancia.
Con el aumento de las retenciones a la importación, el gobierno busca
quedarse con una mayor porción de la torta, sin cuestionar ni modificar una
lógica que ha impulsado durante los cuatro años de anteriores, teniendo en
sus manos herramientas que le permitían orientar la actividad agropecuaria
hacia la producción de alimentos. En ese contexto, la soja desplazó a las
verduras y a la producción de cereales y de carne; destruyó rodeos y
majadas, liquidó a medianos y pequeños propietarios rurales que alquilaban
campos para mantener sus rodeos, destruyó bosques, desalojó a miles de
familias campesinas poseedoras. La política de retenciones a la producción
agropecuaria es socialmente justificable, si se la integra a una política
impositiva progresiva, que alivie a los que menos tienen y grave a los más
ricos. Esto no sucede en el país. Por eso, sería necio desconocer, aún en
medio de los planteos de las asociaciones rurales oligárquicas, la
legitimidad del reclamo sobre el carácter confiscatorio de las retenciones
que plantean los pequeños productores. En una situación muy compleja y
tergiversada por discursos engañosos, se han desarrollado estos paros
agropecuarios y cortes de ruta donde los pequeños productores han puesto el
número e impulsado las acciones mas radicalizadas; mientras las
instituciones más conservadoras han puesto el discurso, los paños fríos e
incluso la denuncia sobre posibles infiltraciones, frente a acciones que no
pueden controlar.
- ¿PARA QUÉ USA EL GOBIERNO LAS RETENCIONES, EL SUPERÁVIT FISCAL Y LAS
RESERVAS MILLONARIAS? ¿QUIEN ES QUIEN EN ESTE CONFLICTO?
En los barrios humildes y poblaciones marginadas donde hace estragos la
exclusión social estructural, y en los sueldos de los trabajadores y
trabajadoras que seguimos por debajo de la línea de pobreza, esta disputa
genera el escepticismo de saber que ambos bandos: el gobierno y "el campo",
juegan su propio juego al margen de nuestros intereses.
Piquetes de pequeños productores pero también de "4x4", generan lecturas que
confunden a algunos y hacen compleja la interpretación política de esta
coyuntura. Ante esto, apelamos a un método de análisis sencillo y efectivo:
nos preguntamos quiénes en este conflicto expresan a "sectores populares" y
quiénes a intereses antagónicos. Entonces leemos, en el campo en nuestro
país, la presencia de pequeños campesinos excluidos que defienden su tierra
y su cultura, agrupados principalmente en el MNCI, como señalamos;
reconocemos que pequeños productores nucleados en la FAA defienden su
derecho al trabajo contra una propuesta impositiva de parte del gobierno que
no discrimina entre grandes terratenientes y pequeños productores, lo mismo
que comerciantes y cuentapropistas que en los pueblos dependen de la
economía generada en torno al campo.
Del otro lado, vemos a las entidades oligárquicas que, como lo hicieron
históricamente, defienden sus privilegios sin importarle nada más; vemos al
gobierno que, aunque decidido a sostener la disputa por el porcentaje de las
retenciones con estas entidades "del campo", no sólo no cuestiona el modelo
en que se sustenta la explotación agropecuaria, sino que hace de este modelo
su principal vía de recaudación, ignorando cualquier perspectiva de reformar
las reglas de juego respecto a la tenencia, concentración y uso de las
tierras productivas en nuestro país (¡ni hablar de una Reforma Agraria!).
Ignorando también cualquier tipo de propuesta de redistribución de la
riqueza, que resultaría posible si se involucrara al pueblo en la discusión
sobre el destino de retenciones, superávit y reservas millonarias. Completan
el cuadro de quienes expresan intereses "antagónicos" al pueblo, la derecha
política y comunicacional, dedicada a generar análisis alarmistas y a
desgastar al gobierno en esta pulseada interna entre quienes disputan sus
intereses al margen de la realidad de los trabajadores y el pueblo. El rol
disciplinador y patotero jugado nuevamente por la burocracia sindical de la
CGT, con la complicidad del gobierno, y la inicialmente negada y luego
confirmada presencia de la gendarmería en Santa Fé, reeditan las limitantes
del discurso oficial.
Hecha esta lectura general, es cierto que los medianos y pequeños
productores de la Federación Agraria Argentina, decidieron confluir en la
protesta con los grandes sojeros asociados a las oligarquías del campo. Esta
no es la única confusión: entusiasmados con una situación en la que se le
"pega al gobierno" y en función de cierto dogmatismo ideológico, expresiones
importantes del campo popular, como la maoísta Corriente Clasista y
Combativa, o dirigentes mediáticos como Raúl Castells, saludaron sin medias
tintas la "rebelión agraria contra el gobierno"… Humildemente, desde el FPDS
creemos erróneos esos posicionamientos, y si bien es necesario enfrentar las
políticas de éste gobierno que no apuntan a resolver las necesidades
populares, no será aliándose a las oligarquías terratenientes la forma de
generar consensos y acompañamiento popular.
Desde el Frente Popular Darío Santillán proponemos una amplia unidad de
todos los sectores populares que son víctimas de este modelo económico que
incluye la política de agronegocios y que es continuidad del neoliberalismo.
Propugnamos un proyecto de país basado en la justa distribución y
socialización de las riquezas, que incluya una reforma agraria integral y
garantice tierras, trabajo y soberanía alimentaria para todo el pueblo,
basado en el protagonismo popular; en la de defensa de nuestros bienes
naturales.
Partido Comunista Revolucionario PCR/JCR
Bajo la consigna "¡No al robo del trigo!", los productores de la pampa
húmeda nucleados en Federación Agraria Argentina (FAA) se movilizaron contra
las políticas oficiales. Bloquearon las terminales de Dreyfus y Cargill del
Gran Rosario.
Tras conocerse los anuncios del gobierno de aumentar en un 10% las
retenciones, FAA lanzó un paro por 48 horas. Idéntica medida adoptaron las
otras entidades gremiales del campo. Ante la masiva respuesta de los
productores, el paro se extendió hasta el miércoles 19.
En lo que se vislumbra como la protesta más importante y combativa de los
últimos años, los productores agropecuarios salieron masivamente a la ruta
en distintos lugares del país como Empalme Villa Constitución, Córdoba
capital, Trenque Lauquen, Necochea, Resistencia, Entre Ríos, etc.,
protagonizando movilizaciones y cortes multitudinarios. A los reclamos
sectoriales (triguero, lechero, ganadero, algodonero, de la fruta, y de las
distintas producciones regionales), se sumó el repudio a la suba de las
retenciones del 10% para la soja y el girasol, y el cierre de las
exportaciones.
Los manifestantes nucleados en FAA exigieron enérgicamente que se ponga coto
al saqueo de la producción en beneficio de un pequeño puñado de
exportadores, en su mayoría extranjeros, de los terratenientes, de los
pooles de siembra o de los fideicomisos. Asimismo reclamaron que la
recaudación vuelva al campo y a los sectores populares en alimentos, salud,
educación, etc. Como concluyeron frente a Cargill los dirigentes de
Chacareros Federados, del Movimiento de Mujeres en Lucha y de los Centros
Juveniles: "No puede ser que en un país que produce alimentos para cientos
de millones de personas, nuestros niños se mueran de hambre y desnutrición.
La plata no va a los hospitales, escuelas, comedores populares y eso no lo
vamos a permitir".
El "pan nuestro de cada día", por las nubes
En la ciudad de Rosario, el precio del pan oscila entre los 4 y los 7 pesos.
De acuerdo con los datos aportados por las cámaras de panaderos, sólo en la
última semana el más imprescindible de los alimentos subió un 16%.
El trigo cotiza en el mercado internacional a más de 400 dólares la
tonelada. El gobierno, con el argumento de evitar la suba de la harina y los
derivados, decidió frenar las exportaciones. Sin embargo, el vital alimento
no deja de subir.
Ante esta situación, los sectores populares se preguntan ¿qué está pasando?,
¿quién tiene la culpa de los aumentos?
Veamos lo que está sucediendo: El trigo tiene retenciones del 28% que van a
las arcas nacionales y no son coparticipables. Son fondos que se usan para
doblegar a las provincias, cooptar dirigentes políticos y gremiales
opositores, o pagar la fraudulenta e ilegítima deuda externa. No vuelven al
campo, no se beneficia a los sectores populares, y ni siquiera se garantiza
un precio mínimo del pan.
A los productores sólo les pagan $ 55 el quintal, el Estado recibe $ 35 en
concepto de retenciones, y los $ 22 restantes se los apropian los
exportadores, que sólo en 2007, embolsaron la friolera de 350 millones de
dólares del sector triguero.
Los números son claros, como también está claro qué intereses defiende este
gobierno y quién se lleva la tajada del león del sector. Como le decía a hoy
un joven de Chabás en la concentración frente a Cargill: "El tema del trigo
es sencillo, si le vendés al molino salvás la diferencia. En cambio, cuando
le entregás al cerealista, perdiste, ya que la diferencia se la lleva el
exportador".
Dos combativas concentraciones
Presionado por las bases, FAA –que venía sosteniendo posiciones afines al
gobierno nacional– dio un giro en sus definiciones y llamó a un acto frente
a la terminal francesa Dreyfus, para denunciar la situación del sector
triguero. Por su parte, Chacareros Federados (corriente interna de FAA), el
Movimiento de Mujeres en Lucha y la Juventud Agraria –que desde hace tiempo
venían denunciando las políticas agropecuarias nacionales–, convocaron a una
concentración frente a Cargill, en Puerto General San Martín.
Fueron dos actos importantes. El primero convocó a aproximadamente un
centenar de productores y fue cerrado por Eduardo Buzzi, presidente de FAA,
quién denunció que "estas políticas agropecuarias atentan contra la pequeña
y mediana producciones"; para rematar llamando a la "movilización de todo el
campo" para frenar las políticas gubernamentales.
Pero la concentración más masiva se llevó a cabo en Puerto San Martín,
frente a Cargill, esa emblemática empresa imperialista que ocupa uno de los
lugares históricos de la provincia y la nación como es Punta Quebracho,
lugar donde las tropas argentinas al mando de Mansilla derrotaron a la flota
anglo-francesa que remontaba el Río Paraná tras la Vuelta de Obligado.
Más de trescientos productores provenientes de distintos lugares de la pampa
húmeda como Maciel, Casilda, Totoras, María Susana, Chabás, Montes de Oca,
Galvez, Bigand, Firmat, San Jerónimo, Salto Grande, Gualeguaychú,
Hernandarias, etc., se concentraron desde las primeras horas del día frente
a la empresa.
Una gran cantidad de tractores, utilitarios y banderas le pusieron color y
calor a la movilización. Se podían leer consignas reclamando una nueva "Ley
de arrendamientos", "Precio mínimo sostén en origen", "No pago de la deuda
externa", "Reforma Agraria", y otras consignas históricas de los sectores
postergados del campo.
Los oradores de Chacareros Federados, el MML y la Juventud Agraria, dejaron
en claro que el campo no está en contra del pueblo; todo lo contrario, el
campo pretende que parte de las riquezas vuelvan al pueblo. Para los
federados hay una campaña impulsada por sectores de la prensa afines al
gobierno nacional para crear divisiones en la población, campaña que nos
presenta como los "que estamos recogiendo el oro a paladas para ocultar que
son los grandes propietarios, los pooles, los exportadores y el gobierno los
que se quedan con todo".
En esta dirección se expresaron, entre otros, el Vasco Paillole, Mario
Fabbro, Echeverría de Entre Ríos por Chacareros Federados; Juan Manuel
Echaguibel por la Juventud Agraria y Sara Coll por el MML.
Se generaliza la bronca
Cuando todavía los productores de FAA no se habían desconcentrado, se
conoció la decisión del ministro Lousteau y Cristina Fernández de aumentar
las retenciones sobre la soja y el girasol y el cierre de la exportación de
granos. Esto llevó a la entidad a decretar un Paro Nacional Agropecuario,
que fue calificado por el ministro de Economía como "exagerado". La decisión
de no comercializar granos ni carnes fue acompañada por el resto de las
organizaciones gremiales del campo.
La reacción de los productores de todo el país fue impresionante. Desde
hacía años no se veían movilizaciones tan masivas. El viernes 14, en la
autopista Rosario-Buenos Aires, a la altura de Empalme Villa Constitución,
aproximadamente 1.500 productores agropecuarios pequeños y medianos de Santa
Fe y localidades vecinas de otras provincias se expresaron con un masivo
tractorazo. El mismo provocó el corte total de la autopista entre las 9 y
las 15 hs, generando un caos vehicular con colas de hasta siete kilómetros
de extensión.
Fue un acto unitario convocado por FAA, donde se expresaron todos los
sectores –oficialistas y opositores–, e hicieron uso de la palabra, entre
otros, Mario Fabbro (muy aplaudido) por Chacareros Federados; Juan Manuel
Echaguibel (Juventud), Ana María Riveiro (MML); y el presidente de la
entidad Eduardo Buzzi.
Al cierre de esta nota, y ante la gran cantidad de movilizaciones convocadas
en todo el país, se especulaba con la posibilidad de que el paro
agropecuario se extienda por tiempo indeterminado. Como se ve, la política
proterrateniente y proimperialista del gobierno K para el sector hace agua
por todos lados, y de persistir la unidad y combatividad alcanzada, los
chacareros podrían obtener un histórico triunfo que facilitaría la lucha del
resto de los sectores populares para acabar con las políticas antipopulares
vigentes.
Sociedad Rural Argentina
EL CAMPO DICE BASTA
Las cuatro entidades del campo convocan a los productores argentinos a que
no comercialicen productos del campo como consecuencia de una nueva
confiscación por parte del Gobierno
Ante una nueva confiscación a la producción agropecuaria, con la excusa de
"desacoplar" los precios internos de los internacionales, medida que
conlleva una clara intención recaudatoria y de neto corte fiscal que
discrimina a las provincias y a los pueblos del interior, las entidades de
la producción expresamos nuestro rechazo y convocamos a medidas de protesta
en todo el país. La construcción de un país en serio requiere del desarrollo
equilibrado de todo el interior, que no debe ser nuevamente victima de
erróneas medidas que impidan sus posibilidades de crecimiento. Todo esto
debe hacerse, sin dudas, resguardando las necesidades de la sociedad en su
conjunto, a través de medidas consensu adas que no afecten la posibilidad de
consumo de los bienes que el campo genera. Necesitamos para poder seguir
produciendo reglas claras y previsibles que estimulen realmente la inversión
y promuevan el arraigo local, indispensable para sostener el tejido social,
y al mismo tiempo generar la mayor oferta de alimentos para el país y el
mundo. Por todo esto, las entidades nos declaramos en estado de asamblea
permanente y convocamos a los productores argentinos a que no comercialicen
productos del campo durante el jueves y viernes. El viernes las entidades
evaluarán el curso a seguir. SOCIEDAD RURAL ARGENTINA CONFEDERACIONES
RURALES ARGENTINAS CONFEDERACIÓN INTERCOOPERATIVA AGROPECUARIA FEDERACIÓN
AGRARIA ARGENTINA
VEINTIÚN MESES SIN PERCIBIR UN PRECIO JUSTO
Los productores trigueros pierden más del 32% del precio internacional
cuando sus costos aumentaron más de 30%
Hace 21 meses que los productores de trigo no perciben un precio justo por
su producto. Hoy están percibiendo un 32% menos del precio de mercado,
mientras los costos para la presente campaña han aumentado en promedio un
30%. Una vez más se recurre equivocadamente al cierre del registro de
exportaciones para asegurar su abastecimiento al mercado interno y evitar un
aumento del precio del pan. Sin embargo, como lo hemos dicho muchas veces,
la incidencia del precio del trigo sobre el del pan es de tan sólo 15%, y
sólo se utiliza un tercio de la producción total para la elaboración de
harina. Se afirma, también, que el cierre se realiza para evitar una
avalancha de anotaciones por parte de los exportadores que atente contra las
necesidades del consumo interno. Si bien es innegable existe una falta de
responsabilidad por parte de los exportadores, el estado debe procurar
mecanismos más eficientes para solucionar este problema. El elegido hasta
ahora evidentemente no sólo no evita esas conductas irresponsables sino que
las fomenta. Hoy más que nunca es imprescindible brindarle previsibilidad y
transparencia al mercado del trigo. Para la Sociedad Rural Argentina, la
solución pasa por compensar a la industria molinera por las compras de
harina para consumo interno, permitiéndole al productor acceder al precio
internacional lleno.
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El porvenir está en los huevos: bobbyybobby.blogspot.com
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